Cría de Testudo marginata
Cría de Testudo marginata
Trataremos aquí la reproducción de una tortuga terrestre típica de ámbito mediterráneo que sin ser de las más comunes, es muy representativa y resistente.
Vuelvo a recurrir a la generosa donación de imágenes de “Wikimedia”. En este caso de la mano de Mayer Richard, Carmen M. y Massimo Finizio cuyas fantásticas fotografías servirán para ilustrar el proceso reproductivo de este resistente animal. Un claro ejemplo aplicable a la mayoría de especies de su género.
Procedencia y hábitat
Es una especie originaria de Grecia y Albania aunque desde la época clásica ya se fue asentando en numerosas islas mediterráneas y regiones continentales de influencia mediterránea.
Clima mediterráneo, habita desde el nivel del mar hasta los 1600 m. de altitud frecuentando toda suerte de biotopos propios de la zona, desde los pinares hasta las maquias y garrigas. Es un animal muy ubiquista como la mayoría de su género y por tanto adaptable. (Imagen: Zona cárstica, uno de los biotopos habituales).
Como todas las testudo, su estatus no goza de poblaciones importantes y a menudo su distribución se ve interrumpida dificultando la renovación de la dotación genética. Pese a soportar ya de forma cíclica las habituales quemas de los biotopos costeros mediterráneos de origen natural, el incremento de los incendios forestales de origen humano la están poniendo en serio peligro.
Es un animal protegido por el convenio CITES y otras leyes locales.
Ficha
Reproducción
Partimos de ejemplares adultos de una talla de 20-22 Cm. La reproducción es sexual, por tanto requeriremos de machos y hembras. Como en todas las testudo, el celo del macho es violento e insistente por lo que se aconseja un ratio de 1:3 (1 macho para 3 hembras).
La hibernación es imprescindible para la maduración del sistema hormonal que desencadenará el celo. Con dos-tres meses será suficiente. Tras la hibernación, la aparición del celo será inmediata. Los machos perseguirán con insistencia a las hembras propinándoles golpes y mordiscos hasta que estas los acepten. Cuando se produce la cópula, podemos oír los soplidos del macho desde cierta distancia así como los golpes del cortejo. La hembra se limita a correr como puede y mover la cabeza de lado a lado.
Hacia la cuarta semana las hembras comienzan las “prácticas de puesta” consistentes en un movimiento rítmico de las patas traseras con el que cavan el agujero del futuro nido. Esto es muy frecuente y automático y si en ese momento las cogemos, seguirán moviendo las patas como si nada… No son más que los avisos previos a la puesta, que se producirá entre la cuarta y sexta semana. En ese caso ya definitivo, habrán escogido el lugar adecuado tras numerosos intentos, habiéndose asegurado de unos correctos parámetros de temperatura y humedad del suelo.
Realizarán en un mismo ciclo de dos a cuatro puestas cada 3-4 semanas. La primera puesta es la más numerosa (4-12 huevos) y el número de huevos desciende progresivamente en las siguientes.
Conviene propiciar distintas zonas con diferentes sustratos para que desoven, de lo contrario podrían padecer la retención de los huevos, lo que requiere una visita al veterinario especialista en exóticos para que le suministre un inyectable de oxitocina, que provocará la puesta. De no producirse, puede ser debido a una oclusión (Típico en hembras muy jóvenes o primerizas): El huevo debe pincharse y extraerse. Todas estas manipulaciones son cosa de profesionales especialistas!
Llegados a este punto se nos presentan dos opciones. Que la naturaleza siga su curso sería lo más obvio aunque arriesgado. En ese caso cabe cerciorarse de la profundidad de la puesta que no deberá ser inferior a los 20 Cm. De lo contrario convendrá cubrir la zona con algo de humus sin fertilizante biológico ni químico (Maduro) y regar ocasionalmente sin excederse pues podríamos impedir la respiración de los huevos. La eclosión se dará en función de la temperatura en unos tres meses aproximadamente.
La incubación artificial es más segura y necesitaremos una incubadora que ya habremos ultimado y comprobado previamente. La precisión en este sentido es muy importante.
Debemos ser sumamente cautos a la hora de trasladar los huevos sin voltearlos en ningún momento. Marcaremos una cruz con carboncillo sobre estos en el mismo nido de puesta para pasarlos a una bandeja de 6-8 Cm de espesor de vermiculita empapada al 50% en peso vermiculita- agua. La bandeja estará perforada inferiormente para escurrir todo exceso de agua por posterior condensación. Se irán colocando los huevos en la misma posición que se encontraron en la puesta.
La temperatura de incubación acepta un margen entre los 26 y 33ºC. A mayor temperatura, más rápida será la incubación. Por encima de los 30.5ºC predominarán los neonatos hembra y por debajo los machos. Excederse en las temperaturas provoca deficiencias en las crías, no siempre aparentes o la muerte del embrión. La humedad relativa en la incubadora rondará entre el 60 y 80%.
Las pequeñas tortugas están desarrollando un diente llamado “diente de huevo” y anclado en el extremo de la mandíbula superior. Este apéndice provisional les permitirá romper la cáscara cuando llegue el momento de nacer. Es un proceso lento y fatigoso que puede llevar desde pocas horas hasta unos dos días.
Muchos no aconsejamos ayudar a los animales en este proceso pues está comprobado que un reptil ayudado a nacer suele presentar carencias. Es muy cruel pero si no consigue nacer por sí misma, no estará preparada para salir adelante…
Excepción: Un descenso de la HR en la incubadora en este delicado momento (Abrirla en exceso para revisar) puede provocar el desecado de los tejidos del huevo quedándose el animal pegado a la cáscara a causa de la albúmina: Pulverizar repetidamente con agua a la temperatura de la incubadora.
Dos estupendas imágenes más de Mayer Richard que ilustran el nacimiento de estas preciosidades:
Texto: RCG (Der. Res.)
Fotos: Mayer Richard y otros. CCBYSA 3.0. Obtenidas en "Wikimedia".
Existe una gran similitud en el proceso de cría descrito con Testudo hermanni, Testudo graeca y Agrionemys horsfieldii, todas de ámbito mediterráneo.