El acuario natural (El suelo. Teoría)

El acuario natural (El suelo. Teoría)

Turbera
© Jo Bar. CCBYSA3.0El acuario natural (El suelo. Teoría)

El acuario natural (El suelo. Teoría)

 

Sin duda es el protagonista del método Walstad. Un tremendo rompecabezas a nivel microbiológico e incluso práctico como iremos viendo, aunque tranquilos porque lo vamos a ver a “cierta distancia”. Y para que no cunda el pánico, vamos a empezar con una mera descripción de cómo se distribuye u organiza el suelo de un “acuario natural”.

Marquesina: Perfil de una turbera en el que apreciamos pese a la falta de oxígeno, una nutrida red de raíces. Las raíces incluso en este medio anaeróbico poseen y promocionan toda una flora bacteriana y micótica (Hongos) simbiótica que les proporciona un medio adecuado y multitud de nutrientes, esto en los medios acuáticos forma parte importante de su ecología. (Jo Bar. CCBYSA 3.0).

 

 

Perfil sustrato
© RCG. Zootecnia doméstica. CCBYSA3.0

Extraño gráfico verdad? (No he sabido ser más explícito). Estamos viendo el sustrato desde fuera del acuario y mirándolo por ejemplo, de frente. Esta es la parte acuática.

<Sobre la superficie de grava suele aparecer el “mulm” (Detritus), materia orgánica en proceso de descomposición y de aspecto oscuro y gelatinoso que puede encontrarse en estos montajes. Esta es la parte superior del suelo. Compuesta de gravilla de granulometría 2-4 mm. El típico sílice o cualquier otra grava químicamente inocua. Es la gravilla que hemos usado toda la vida y el grosor de la capa no debe superar nunca los 2,5-3 Cm.

<Y aunque la imagen tenga poco que ver, este sería el sustrato nutritivo de compleja composición. Aunque aparenten dos sustratos superpuestos de diferente color, se trata del mismo cuya parte inferior se habría “metanizado” (Ahora vamos). Es vital que el espesor de esta capa no supere los 2,5 Cm (Tan solo 25 mm.!). Poco a poco… Trataremos el porqué de estos espesores más adelante y como veremos, es un asunto muy importante!

Ya hemos dado el primer paso describiendo la distribución del suelo. Ahora hemos de pasar el “trance” de intentar comprender, al menos un poquito, como funciona. De hecho, mantiene muchas similitudes con bastantes conceptos clásicos de la acuariofilia aunque aparecerán otros que a mí me dejaron de piedra.

Nos debe quedar claro que el suelo se compone de dos capas. La inferior es un estudiado sustrato nutritivo. La superior, que cubre a esta, es gravilla de sílice por ejemplo. Dos sustratos, dos medios, dos “laboratorios” que van a interactuar entre sí para convertirse en una compleja depuradora natural a la que le vamos a encomendar la difícil tarea de hacer útil todo aquello que nos sobra en el acuario.

 

 

Sílice acuario
© DP

Vamos a “empezar la casa por el tejado”. Nos centraremos en la capa de gravilla superficial, que ya la conocemos. Tiene muchas funciones. La más evidente, retener el sustrato nutritivo inferior cuya flotabilidad convertiría el agua del acuario en un lodazal. Pero además, al tratarse de un sustrato inerte y de una granulometría 2-4mm., nos ayuda a “ventilar” el suelo pues deja paso al tránsito del agua y las moléculas que contiene y que también se generan en el fondo.

Además nos hará de pequeño filtro mecánico atrapando entre sus huecos las partículas más gruesas. Pero lo más importante es su función biológica. Esta nos costará poco de entender porque es una vieja conocida de los filtros biológicos.

Mulm
© Casababylon. Der. Res.

 

Es cierto que no instalaremos un filtro de placa, de fondo o de gravas y por tanto, la circulación será mínima pero suficiente y de hecho en este caso y como veremos, la lenta circulación servirá para muchas cosas. Aquí se asentará una pequeña población de bacterias nitrificantes que podrán metabolizar el excedente puntual de compuestos nitrogenados justo allí donde se producen: En la primera capa del suelo, allí donde todo precipita. Durante este proceso se crea el “mulm” (Detritus), una gelatina viscosa o barrillo cuya mera presencia, bajo la visión tradicional de la acuariofilia, haría saltar todas las alarmas pero aquí será la despensa de futuros macro y microelementos vitales y un soporte bacteriano y fúngico necesario. En la imagen superior se aprecia perfectamente el sedimento de detritus, como se va filtrando a través de la capa superior y hasta la formación de gases , una imagen muy descriptiva.

Esta materia orgánica entrará en descomposición lo que provocará la rotura de las proteínas que liberarán amoniaco. Este amoniaco diluido en el agua alimentará a las plantas de forma rápidamente asimilable por sus hojas y tallos. El resto de la materia orgánica será pasto de otras bacterias y hongos que la reducirán a partículas aún más pequeñas que sedimentarán poco a poco sobre la capa inferior o nutritiva.

Pero hay más. En lo más profundo del sustrato nutritivo, allí donde no hay oxígeno se producen peligrosas moléculas como el ácido sulfhídrico o el metano. Cuando asciendan a esta zona, se convertirán en HSO4 (Sulfato ácido. Una sal inocua) el primero y CO2 más agua el segundo, lo que no está nada mal. Asimismo, el peligroso FeOH en esta zona será bloqueado por el fosfato. Vamos que aunque no tengamos ni idea de química, al menos el histórico argumento de peso de que no deben haber zonas anaerobias (Sin oxígeno) en un acuario, aquí se relativiza en mucho al degradarse las tradicionales moléculas tóxicas en inocuas o estables y fijadas entre el sustrato.

Por qué no debe superar la gravilla este espesor de 2,5-3 Cm? Creo que ya lo hemos contestado. Un espesor superior impediría al oxígeno alcanzar estas zonas en las que debe trabajar.

 

 

Torf
© DP

Bajamos al subsuelo. Ahora estamos en la primera capa, la inferior, el sustrato nutritivo. Ya entraremos en detalles sobre la composición de este sustrato que básicamente es humus mineralizado. Su principal función es la de alimentar el acuario liberando muy lentamente los macro y microelementos que ya trae de origen y sobretodo, los que ha ido asimilando bajo oxidación- reducción de los desechos del acuario. Debido a la profundidad en la que se encuentra y su estructura apelmazada, el oxígeno tan solo accede en su parte superior o superficial en contacto con la gravilla. Por tanto entramos en un medio anaerobio, sin oxígeno y que también es conocido por muchos acuaristas o al menos, aquellos que se interesaron por la desnitrificación. Las poblaciones de bacterias que residen en un medio sin oxígeno pertenecen a otros grupos que en vez de oxidar moléculas, las reducen. Viene a ser el sentido inverso de las nitrificantes. Esto tiene sus ventajas. Convierten la materia orgánica en nutrientes para las plantas y humus. Asimismo, este medio actúa de desnitrificador eliminando los nitratos de la columna de agua, lo que es fantástico. En esto se basan los pocos cambios de agua que requiere el sistema.

Pero no todo es positivo y esta es también la fábrica de compuestos indeseables como el metano y el ácido sulfhídrico. Tóxicos por sí mismos y muy pestilentes, recordaremos su olor si alguna vez hemos arrancado unas matas de vegetación en una charca o se nos ha descompuesto parcialmente la materia filtrante de un biológico por colmatación (Taponamiento que impide la circulación).

Como decíamos al tratar la gravilla, estos compuestos ascenderán muy lentamente en la columna hasta ser degradados o fijados en el sustrato superior. Pero claro, eso si lo hacen lentamente. Cuando un lecho de este tipo emite burbujas, pueden ser de CO2 (Inodoras y un gran fertilizante de plantas) o pestilentes y venenosas… Por este motivo no debe removerse nunca el sustrato o arrancarse plantas de raíces profundas en un “acuario natural”. Es preferible cortarlas de base y dejar que el sustrato reduzca y metabolice las raíces. (Complicadillo, eh? Je, je…).

Por qué es tan importante respetar un grueso de sustrato nutritivo de tan solo 2,5Cm? Salta a la vista, de ser más grueso, la metanización y la formación de ácido sulfhídrico se dispararía y sería inasimilable por el sustrato de cobertura, desprendiendo un burbujeo tóxico que podría incluso matar a los peces.

 

Y para rematar la “teoría”, un esquemita que no me he atrevido a mostrar hasta ahora y que reúne en un solo gráfico casi todo lo que hemos descrito (Si lo llego a poner al principio…):

 

Perfil bioquímico
© RCG. Zootecnia doméstica. CCBYSA3.0

Podemos apreciar los dos componentes del sustrato, debajo el nutritivo y encima la gravilla. Una película de detritus sobre la gravilla y aunque no conste, entre los gránulos también.

<La zona aeróbica (Con oxígeno) comprende la gravilla y una pequeña parte de la superficie del nutritivo. En ella se dan la oxidación y la nitrificación de las moléculas de desecho. También descompone el metano y fija el ácido sulfhídrico.

 

<Aquí abajo tenemos la zona anaeróbica controlada, donde se da la reducción que incluye la desnitrificación (Descomposición del nitrato).

 

<Y por último la zona aneróbica extrema, fuente de compuestos indeseables que de darse en pequeña medida, hasta resulta beneficiosa interviniendo en la futura formación de CO2 en el “piso de arriba”. Si en vez de tratarse de un acuario doméstico fuese un gran lago, con tiempo de por medio se formarían carbón y metano o bajo presión, petróleo y gas natural…

 

 

 

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