El color del agua
EL COLOR DEL AGUA DE NUESTRO ACUARIO:
Una de las cosas importantes que debemos aprender con el tiempo es a “leer” el color del agua. Si, digo bien. Si todavía alguien dudaba sobre la salud mental del que escribe, probablemente dejará de hacerlo en breve.
Bromas aparte, en esta afición se acaban aprendiendo algunas cosas curiosas de las que más vale no presumir ante los profanos en la materia. Una es “leer” caudales en los filtros complejos (Ya hablaremos). También aprenderemos a “oler” el agua, como veremos más adelante y lo más importante es aprender a diferenciar los matices de color del agua de nuestro acuario.
Es una tarea compleja al principio, sobretodo para los daltónicos leves (Yo descubrí que lo era con los reactivos tornasol), pero necesaria y terriblemente útil. Multitud de problemas se manifiestan inicialmente tan solo en el color del agua y tenerlo en cuenta nos ahorrará trabajo, tiempo y disgustos.
Antes de entrar en materia debo aclarar algo. En el medio natural podemos encontrar aguas sanas verdes, amarillas, marrones, azules e incluso rojas como resultado de que contengan materiales en disolución o plancton en suspensión y no por ello suponen un problema para la fauna que las habita. Es en el acuario, un medio controlado desde un primer momento, donde estos cambios pueden indicarnos algo.
He elaborado mediante infografía unas muestras de agua en un vaso que nos facilitarán la tarea. Los colores son algo exagerados pero bastante verosímiles. Espero que sea de utilidad:
Agua pura:
Esta será la imagen de referencia de un agua cristalina.
Raramente un acuario vivo y sano ostentaría tal transparencia salvo que lo dotemos de un sistema de filtrado de última generación en el que no faltaría carbón activo de la mejor calidad.
Simplemente, esta es la imagen “modélica” de un agua transparente.
Amoníaco?:
Si los peces respiran con dificultad. Boquean en la superficie como si comieran. Comienza a acumularse espuma en la superficie, sobretodo en las esquinas, estamos ante una crisis de desechos nitrogenados. El agua huele a lejía. Conviene pasarse por el capítulo “Ciclo del nitrógeno” y armarse de paciencia, es un poco complicado pero imprescindible y hay que hacerlo ya!.
Si los peces están bien. No han muerto plantas recientemente. No se ha ido la luz. Sólo hemos dado de comer nosotros, posiblemente el carbón activo se ha agotado o el agua comienza a teñirse de taninos (Ver más abajo).
Turbas:
Tal vez el tono sea un poco exagerado pero se trata de un agua sanísima a la que hemos añadido turbas filtrantes o extracto de turbas. Ambas son necesarias en multitud de acuarios de bosque de galería, selva inundada, etc…como iremos viendo más adelante. En los acuarios amazónicos se suele añadir este material para que los peces se muestren sanos y especialmente coloridos.
Feo? Puede, pero saludable y muy natural. Para gustos, los colores…
Taninos:
Este es un problema muy común y suele estar relacionado con la introducción de materiales leñosos en el acuario como troncos o raíces sin curar. Es peligroso. Los ácidos tánicos y húmicos acostumbran a descender el pH en exceso y con el tiempo pueden desarrollarse mucosidades de origen bacteriano sobre las superficies de la madera de no estar curada. Hay que retirar el origen del problema, cambiar agua, ajustar pH y vigilar los desechos nitrogenados.
También puede ocurrir cuando mueren plantas leñosas de cierto tamaño como los helechos Microsorium sp., Bolbitis sp., etc… o musgos como Fontinalis sp., Vesicularia sp., etc…Las cáscaras de semilla como el coco, etc… y las cañas de bambú sin tratar pueden provocar esta alteración.
Algas:
Moderadamente, es tan solo un problema estético. Existen en el mundo aguas sanísimas de muchos colores y este es el más habitual. Se trata de algas planctónicas microscópicas en suspensión. Diminutas para ser vistas pero en tal cantidad que alteran el color del agua. La muestra puede oler a “agua viva” (Tiene un ligero olor a verdura triturada, nada molesto). El origen del problema es la combinación de un exceso de nitratos y fosfatos en el agua, falta de vegetación que los consuma y exceso de luz, ya sea solar o artificial tanto en horas de insolación como en cantidad de la misma. Por tanto, ya son muchos los factores a tener en cuenta. Hay que estudiar cada caso. Normalmente los cambios de agua frecuentes, el uso de carbón activo y filtros mecánicos finos y un exhaustivo control de la luz junto con la introducción de plantas de crecimiento rápido suelen solucionar este problema, que lo es más para nosotros que para la mayoría de nuestros peces. Hoy en día ya encontramos lámparas germicidas que solucionan este problema.
Cobre:
Observaremos con frecuencia este color en el agua de muchas tiendas. Es fruto de la adición de medicamentos de cobre. El principio activo más utilizado es el verde de malaquita. Es tóxico en dosis altas y también en dosis pequeñas prolongadas por ser acumulativo en el organismo de los animales.
Se retira mediante carbón activo y un cambio parcial de agua y es uno de los muchos motivos por los que nunca debemos vaciar el agua de la tienda de la bolsa de peces en el acuario.
Azul de metileno:
Otro medicamento muy común que tiñe de color azul turquesa el agua del acuario. Hoy ya existen fármacos sustitutivos incoloros con lo que no siempre sabremos si un agua ha sido tratada.
Exactamente lo mismo que decíamos para el cobre.
Y por último…
Algas rojas:
Muy raro. En contadas ocasiones, sobretodo en agua salada y salobre pero también en aguas dulces y muy duras, se presenta este color rojo en el agua. Son algas-bacterias unicelulares en suspensión en cantidades ingentes. A menudo viene acompañada de la aparición de masas algodonosas del mismo color que lo cubren todo como un moco rojo (Cianobacteria). Exactamente lo mismo que decíamos para las algas verdes. En este caso resulta realmente difícil acabar con ellas debiendo reducir los niveles de nitratos y fosfatos al mínimo y fomentando la competencia por estos compuestos mediante plantas o algas de crecimiento muy rápido. Hoy en día ya encontramos lámparas germicidas que solucionan este problema. También se recurre a bactericidas con éxito pero poniendo en riesgo a los habitantes del acuario, incluida la flora bacteriana beneficiosa. Se ha de ser muy preciso con las dosis…
Si alguien tenía curiosidad por saber de donde le viene el color rosa al flamenco…
Ir a “Tratamiento del agua de origen”>
Hola, tu artículo me pareció muy completo, agradable y muy relevante. Me gustaría saber tu opinión al respecto. Tengo 3 peceras interconectadas entre si, nano de 8 L, mediana de 40 L y grande de 120 L. El agua que tienen se ponen del mismo color del agua con azul de metileno a pesar de que tiene 6 meses que no lo uso, a pesar de los cambios de agua cada 10 días al 40%, uso de 2 filtros para 500 L con carbón activado, zeolita, tezontle, canutillos de cerámica y más.
¿Qué ocurre?. Los peces viejos de más de 6 meses están bien, tranquilos, sin problemas, pero los de menos tiempo, se ven tristes o llegan a morir. Parámetros del agua andan bien.
Agradezco mucho me puedas leer y orientar al respecto
Hola buenos días
Es algo que no había oído antes pues el tono azulado desaparece en pocas horas o minutos tras el uso de carbón activado. Lo único que se me ocurre es que el color proceda del mismo carbón en el caso de no haberse cambiado, me explico: El carbón activo es un adsorbente químico que fija en sus microporos multitud de moléculas. Pasado un tiempo, el material se degrada volviendo a liberar aquello que en su día capturó por ello debe cambiarse con cierta frecuencia. En el caso de la zeolita, al tratarse de un material de intercambio catiónico pudiera darse el caso de que tras colmatarse comenzara a liberar el medicamento pero esto no es mas que una suposición por mi parte. Tal vez sea este el motivo. No se me ocurre otra cosa. Un saludo.