El sustrato nutritivo
EL SUSTRATO NUTRITIVO
Complicado asunto este, que acapara la mayoría de dudas y consultas básicamente por la dificultad que encierra conseguir humus biológico sin aditivo alguno (Aglomerantes, fertilizantes químicos), ni estiércol de ningún tipo y totalmente maduro (Frío). De hecho, si disponemos de alguien de confianza que practique el compostaje y le advertimos de lo que necesitamos con el tiempo necesario, será un gran paso.
De lo contrario, la cosa se complica y alarga un poco pues hemos de localizar tierra de maceta o humus sin ninguno de estos componentes. Puede contener un 40-50% de esfagno a complementar con mantillo o humus. Hay aficionados que defienden los sustratos de maceta baratos porque añadir aditivos (Antiaglomerantes, fertilizantes químicos y orgánicos sin fermentar, cenizas…) es caro… De hecho, incluso en los foros he podido comprobar que controlan hasta las marcas comerciales idóneas pero claro, aquí no se encuentran. Asegurar el tiro pasa por conseguir humus con el mínimo de aditivos y envejecerlo en maceta o jardín, regándolo frecuentemente y sembrando con algo poco exigente y que consuma pocos nutrientes. Eso lleva meses…
Pero porqué tanta precaución? Simplemente la presencia de abono orgánico inmaduro o químico provocará una explosión de fitoplancton y un “blum” de algas de diversa índole pues estas reaccionan ante el exceso de nutrientes antes que las plantas. Por no hablar de un pico de amoniaco que puede prolongarse hasta seis semanas. Imagen: Musgo vivo de esfagno de turbera. Unos centímetros más abajo se encuentra la turba de esfagnos, de color marrón, ya reducida y de gran utilidad en este caso.
Una vez escogido el sustrato, toca lo que los norteamericanos llaman “mineralizarlo” (No acabo de entender el porqué) y consiste en introducirlo en un cubo o palangana, llenarlo de agua unos 15 Cm, removerlo, dejar precipitar y decantar todo lo que flote: Restos de hojas, palitos, ramitas y demás partículas grandes sin descomponer. Esta operación debería realizarse unas cuantas veces y supondrá un 20-30% de pérdida de volumen. Hay quien sostiene que extendiendo el sustrato sobre una sábana al sol lo mineraliza realmente (Otra opinión), pero poca flora bacteriana sobrevivirá… (Bajo el agua, la flora bacteriana del mantillo sobrevive y prospera? No he encontrado respuesta a este asunto…). Imagen: Mantillo diverso natural, algunos aficionados recurren a la recolección.
Llega el momento de desmenuzarlo a mano. Se puede prensar y separar. La textura final debe ser esponjosa y granular. Ya disponemos de la base del sustrato nutritivo. Como se compone de materia orgánica exclusivamente, debemos añadir una proporción de sustrato inorgánico que tenga una alta capacidad de intercambio catiónico (Uf!).
Este último componente se encargará de la captación del exceso de nutrientes tanto en sustrato como en columna de agua para su posterior liberación progresiva, de fácil asimilación y sin “picos”. Ejemplos de ello son la laterita, la flourita, sepiolita (Tierra para gatos! Peligrosa: Sin aromas ni aditivos), conchas marinas hervidas y trituradas y la arcilla (Cuidado), que previamente debe ser colocada en un balde con agua y agitada enérgicamente. Debemos esperar 12 horas a que precipite y decantar el agua para eliminar la arcilla coloidal. Se mezcla con el humus. “Amasarlo” y prensarlo ligeramente. El uso de arcilla puede generar un exceso de hierro y la aparición de algas en función de su naturaleza. La adición de este sustrato mineral se aconseja desde la relación de 1:7 (Una parte de mineral por siete de humus), hasta el 50-50% en suelos muy ácidos (La mayoría, sobretodo si contienen esfagno). Foto: Algunos aficionados recurren a la arena coralígena como sustancia de intercambio catiónico.
La mezcla debe realizarse concienzudamente para que quede todo muy homogéneo. Sobre la duración de este sustrato en acuario hay opiniones de todos los gustos, desde un año hasta los veinte de equilibrarse correctamente el medio, pues se renueva constantemente y pasa a asumir nuevos nutrientes de la alimentación de los peces, sus excrementos, restos vegetales…
La prueba de tinción coloidal: Ya tenemos los ingredientes preparados: Un frasco con 1Cm de sustrato nutritivo y 1Cm de grava encima. Se llena sin alterar el suelo y esperamos 3 semanas. Tendremos un acercamiento al color de agua de nuestro acuario con esa mezcla.
Un artículo de documentación requiere ser refrendado con la experiencia en su puesta en práctica. En esta ocasión, el compañero de EAG “CasaBabylon” ha contribuído no solo a aclararme ciertas dudas sobre los componentes de un sustrato nutritivo, sino con documentación gráfica de los mismos: Funcionan.
MATERIALES QUE PUEDEN COMPONER EL SUSTRATO
Por un lado el suelo nutritivo: La base, los fertilizantes (Cuidado, cuando sea necesario y en mínimas dosis), la materia de intercambio catiónico y por el otro, la capa superficial.
SUELO NUTRITIVO
La base del sustrato, fertilizantes y materias de intercambio.
BASES (Mayor porcentaje): Materiales de base mayoritarios de uso común en sustratos nutritivos.
TURBAS
TURBA PRENSADA: En la imagen ya hidratada. Estos discos se venden en pastillas o discos ya secos y prensados. Deben sumergirse en agua hasta multiplicar por tres o cuatro veces su volumen.
*TURBA DE ESFAGNOS: Sustrato que se encuentra en el comercio procedente de turberas. En origen formado por musgos. Tiene un pH muy ácido. A tener en cuenta a la hora de añadir otros materiales.
COMPOST
*HUMUS RECOLECTADO (Mantillo): De composición variable y desconocida.
*HUMUS COMPOSTADO (Biológico): En función de su riqueza, a mezclar o no con cualquiera de los de este grupo. Deben retirarse las partículas gruesas o sólidas.
COMERCIALES
*SUSTRATO DE MACETA: Ya hemos explicado arriba las características a reunir.
AKADAMA: Diversas granulometrías y orígenes. Ya la tratamos en el tema “Decoración”. De pH ligeramente ácido y composición ya arcillosa (Cuidado a la hora de escoger el material complementario).
*OTROS (Sustratos técnicos): De origen comercial, manufacturas de arcillas y humus extrusionadas y desecadas. De precio elevado, en principio debieran ser equilibrados y contener en su formulación materias de intercambio catiónico, con lo que no requerirían mezclado alguno… Debe escogerse en este caso, el grano más fino.
COMPONENTES FERTILIZANTES (Se añaden al sustrato base cuando este es pobre)
HUMUS DE LOMBRIZ (Vermicompost, biológico. Material de la izquierda): Materiales minoritarios a mezclar con cualquiera de los del anterior grupo. De alto valor nutritivo, su aplicación en dosis prudencial en este tipo de montajes ha resultado ser óptima y segura. A la derecha de la imagen, GUANO DE MURCIÉLAGO.
SUSTANCIAS DE INTERCAMBIO CATIÓNICO (A añadir a la base)
AKADAMA, GREDA (Lava volcánica): La primera de naturaleza arcillosa y la segunda es inerte. Se aplicará una u otra o ambas en función de la naturaleza del sustrato base y los parámetros del agua de origen.
*SEPIOLITA (Tierra para gatos): Ya la hemos comentado anteriormente. Mucho cuidado con los perfumes, etc…
Y ahora ya, para acabar y tras mezclar todo lo anterior en una primera capa:
CAPA SUPERFICIAL
SÍLICES: En esta capa superior, de una granulometría 2-4 mm. Existen sílices en gran variedad de colores naturales.
GREDA (Lava volcánica): En esta capa superior, de una granulometría 2-4 mm. Puede ser roja, negra o mixta y supone una gran superficie para las bacterias aerobias que colonizan este medio.
Y todo tipo de gravillas inertes o no (En función del agua de origen) de granulometría 2-4 mm.
Imágenes y datos: CasaBabylon. Der. Res. (Salvo identificados con "*", incluidos aquí por RCG en base a referencias contrastadas por otros autores).
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