El valle
El primer valle
Una importante caída precede a un descenso vertiginoso que ha oxigenado e incluso atemperado las aguas ya en los primeros remansos: Tras la tempestad llega la calma.
Estamos en el fondo de la Vall de Bas y a menos que llueva torrencialmente (A menudo lo hace) nuestro río se paseará plácidamente por una planicie de suaves desniveles cargada de sedimentos en un paraje entrañable. Tanto es así que hasta hace poco más de un siglo conservaba en su centro un pequeño estanque posteriormente convertido en pantano (Municipio de Les Preses, “Las presas”) pero se decidió su secado para combatir la malaria, práctica común en aquellos tiempos y en su contexto, justificable. Hoy solo queda el testimonio de algunos antiguos canales poblados por carpas y de escaso valor ecológico.
En la imagen de arriba Der. (Ortofoto y marquesina propiedad de ICC), podemos ver desde el cénit los escasos 6Km. de trayecto que discurren por el fondo del Valle de Bas. F- Fuentes, R- Zona rocosa perimetral, A- Zona arcillosa central (Ahora entraremos en materia). Si necesitas situarte pulsa aquí.
Recibimos a nuestro torrente
Cuatrocientos metros más abajo y ya en el llano, recibiremos a nuestro torrente escogido, Falgars. Aunque el trayecto ha sido muy corto, de apenas dos kilómetros, ya podemos observar algunos cambios.
Aquí la corriente es mucho menor debido a la menor pendiente y como consecuencia, empieza a acumularse el polvo tanto en las superficies como en suspensión lo que nos hace perder visibilidad. Otra cosa a destacar es la suavización de los cantos que empiezan a perder sus aristas pues permanecen mucho más tiempo expuestos a la erosión del agua y todo lo que arrastra. Pero lo más importante es la aparición de sedimentos en forma de lodo, arcillas y cantos rodados. Van a suceder muchas cosas en muy pocos kilómetros y algunas un tanto complejas. Iremos por partes.
Y siguen los contrastes…
Un primer plano del sustrato y cauce de esta zona inicial y debajo, el mismo cauce unos cuatro kilómetros más abajo, ya en el centro de la cubeta y habiendo salvado tan solo un desnivel de unos escasos 20m.
Y esta transformación del paisaje a qué se debe? A la suavización de la pendiente que retiene en la periferia a las rocas y en el centro las arcillas y como veremos a la estacionalidad, pues el régimen de lluvias provoca tanto sequías como crecidas.
Los materiales desprendidos de las mesetas que rodean el valle se han ido sedimentando en el fondo y lo han hecho de un modo diverso. Los cantos rodados y grandes piedras quedan acumulados en la base de las laderas y barrancos, mientras que los guijarros y arcillas se acumulan en el centro del valle. Añado de nuevo este gráfico que nos guiará durante este tramo.
La zona rocosa de la periferia
El fondo del valle ha ido acumulando sedimentos y rocas a lo largo del tiempo que a su vez se han ido compactando. El curso de un río a medio plazo es variable y la acumulación de materiales somete al lecho a una alta presión formando aglomerados. Este “sandwitch” de aluviones se pone de manifiesto ya desde el principio cuando un curso decide desviarse y socavarlos (Lo habrá hecho mil veces…). Volvamos al punto inicial en el que los limos y arcillas aún son poco aparentes.
Este curso es “reciente” y nos pone de manifiesto el perfil del suelo a base de un conglomerado de viejos aluviones compuesto de antiguos cantos rodados compactados con arcillas hoy durísimas.
En cuanto a fisonomía, estamos ante un paisaje característico y muy recurrido en acuarismo. El “fondo rocoso” o pared de rocas propio de multitud de biotopos como los grandes lagos africanos pero en este caso se ha formado mediante la erosión de una vieja zona de sedimentos.
Todo un clásico en nuestra afición y un nuevo paisaje en nuestro río.
Aparecen las pozas de cierta profundidad pero su aspecto, desprovisto aún de vegetación acuática y algas, sigue recordándonos a sus fuentes que tan solo se encuentran a escasos kilómetros.
Que se alternan con otros tramos excavados en el aluvión.
La zona arcillosa central
El fondo del valle en su zona central se ha ido rellenando de aluviones. Rocas, cantos y en mayor medida, arcillas. Estas han engullido al resto de materiales cubriéndolos con varios metros de espesor aunque todavía van recibiendo nuevas rocas tras fuertes crecidas. Si hiciésemos un corte, veríamos una gruesa capa de arcilla asentada sobre otra gruesa capa de rocas. De hecho, dejemos que sea el propio río el que nos muestre el perfil. Las imágenes son lo suficientemente explícitas.
Entramos en la zona arcillosa y se manifiesta otro fenómeno que afecta a la conectividad del río. Este es ya el segundo “accidente” en este sentido.
La pluviosidad es irregular aquí y depende en buena parte de las estaciones del año. Se alternan riadas y sequías y el curso aparece y desaparece.
En este momento (Mes de mayo) debiera llevar más agua pero la escasez de lluvia, el uso agrícola y sobretodo la permeabilidad del tramo anterior provocan que aquí llegue bien poca.
Permeabilidad? Vamos a intentar aclararlo un poco. Otro gráfico: Partimos de una plataforma calcárea sedimentaria (Roca caliza) muy porosa a la que progresivamente se le van depositando arcillas impermeables. Un flujo subterráneo resta agua al curso visible de modo progresivo hasta llegar a secar temporalmente el cauce que reaparece solo en parte, allí donde terminan las arcillas. Y el resto del cauce subterráneo? Poco a poco… Unas fotos nos lo dejarán más claro.
Se mantienen pequeñas pozas, más bien “charcos”, gracias a la arcilla y en las que encontramos cierta masificación de invertebrados y renacuajos de ranas y sapos esperando tiempos mejores.
A destacar la elevada altura de los taludes, excavados en arcilla (Apenas apreciamos cantos y estos han sido arrastrados recientemente) cosa que se puede ver en el fondo, también arcilloso y salpicado de algunos guijarros.
Estamos en el centro del valle, pese a la confluencia con la riera de Joanetes, de poco sirve ante la escasez de agua. Afortunadamente, queda muy poco ya para que llegue un importante afluente: La riera de Sant Privat.
La regeneración: Un aporte vital
El valle de Sant Privat es el aporte más caudaloso del Fluvià de todos los que confluyen en este valle. Es muy regular pues muy raramente se seca del todo. Lo podemos considerar el “hermano mayor” de Falgars (Las fuentes descritas anteriormente) y es un paraje hermoso y muy conocido por su característica cascada (Salt de Sallent). Ya lo describiremos en el apartado “Afluentes”.
Esta pobre imagen recoge los efectos de una fuerte tormenta que sufrió la zona en marzo del 2011.
Nos permite entender de donde sale la tremenda fuerza necesaria para desplazar grandes bloques de piedra (A veces descalzándolos), fracturarlos y erosionarlos a lo largo del tiempo.
Se incrementa el caudal: Reaparecen la roca… y las algas
De locos… Hemos dejado atrás un cauce débil, inconexo o inexistente, cargado de arcillas y materia orgánica hasta recibir un torrente importante y mucho más estable.
Vuelven los cambios y aunque parezca repetirse el paisaje, el cauce se amplía incluso hasta triplicarse y aparecen unos taludes considerables de hasta cuatro metros de altura.
Apenas llevamos recorridos los primeros 7Km. y la sucesión de accidentes y paisajes ha sido una constante, pero lo más importante es que a partir de aquí, el Fluviá ya será un curso regular, sometido a variaciones estacionales pero permanente y sobretodo conexo, salvo por las innumerables barreras fruto de la mano del hombre. Con esto queremos decir que las posibilidades de remonte de los peces se incrementan y por tanto su presencia se hará más patente.
Varias novedades destacables
-En primer orden, el fuerte caudal ha socavado todo el estrato arcilloso hasta llegar a la roca, de ahí los taludes elevados.
-También ha sido capaz de aportar rocas y cantos desapareciendo así el biotopo arcilloso que precede a este tramo.
-Tanto el cauce como la ribera se ensanchan apareciendo los primeros bosques de galería importantes.
Esto afectará a la insolación del lecho (Sombra) y aportará mucha materia vegetal. Se hace patente en la imagen la multitud de hojas y la floración del chopo que flotan en la superficie…
-Se pone en evidencia por vez primera una moderada eutrofización del río. Esto será ya una constante durante el resto del trayecto. El origen no solo es natural, los fertilizantes de uso agrícola y la ganadería de la zona influirán en gran medida. La consecuencia, las aguas dejarán de ser claras debido a la alta presencia de fitoplancton (Algas unicelulares en suspensión que en la imagen reflejan tonos azules-verdes) y sobretodo, un tapiz importante de algas, bacterias (Biofilm) y limo lo cubrirá todo (Solo hay que ver las imágenes).
Volvemos al esquema del perfil del río para explicar algo que tiene mucho que ver con el aumento del caudal.
Independientemente del aporte de la riera de St. Privat, aquí pese al estrato arcilloso, con el descenso de cota resurge parte del caudal subterráneo que habíamos perdido al principio de esta etapa. Es por ello que en algunos puntos vemos reaparecer el río de entre las piedras de su lecho. Y el resto del caudal subterráneo? Pronto entraremos en ello…
Único paisaje (Por ahora, paciencia…)
Una sobrecarga de materia orgánica tapiza el fondo alimentando un prado de algas filamentosas pues la luz tamizada por el frondoso bosque de galería no permite el desarrollo de macrófitas. Vamos a tener que acostumbrarnos a esta monotonía durante los próximos kilómetros. De hecho, la transformación que produce la eutrofización de las aguas será una constante a lo largo del resto del viaje aunque como veremos, también encontraremos muchas curiosidades, algunas sorprendentes…
Fauna y flora
El valle hereda parte de la fauna descrita en el nacimiento, aunque tan solo aquellas especies capaces de soportar unas temperaturas más elevadas. Siguen apareciendo invertebrados y se incrementa la presencia de anfibios. En cuanto a peces, aparecen nuevas especies pero ya las describiremos en el siguiente tramo (Pocos kilómetros más abajo) pues aquí su presencia aún es tan solo testimonial y la visibilidad un desastre.
En cuanto a flora, siguen sin aparecer plantas acuáticas más que esporádicamente. Como hemos visto, es un tramo muy accidentado con fuertes crecidas y largas sequías que impiden el asentamiento de especies vegetales mas allá de las algas que aquí son muy abundantes porque disponen de muchos nutrientes.
Dejaremos aquí el valle porque nuestro río se precipita ya rápidamente hacia la cubeta volcánica de Olot. Más novedades…
Situación
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