Filtro de lecho fluido
Filtro de lecho fluido, fluidizado
El filtro de lecho fluido parte de un concepto que nos sorprendió a más de uno. Es un filtro biológico totalmente sumergido. La diferencia radica en el tamaño de la gravilla. En un biológico convencional se recomienda el uso de gravas de una granulometría cercana a los tres milímetros. Este tamaño es el mínimo aconsejable para evitar el apelmazamiento y permitir una correcta circulación de agua que aportará a las bacterias alimento y oxígeno. A efectos teóricos resulta evidente que cuanto más fina sea la grava, proporcionaremos más superficie útil por unidad de volumen a la flora bacteriana. Alguien más despierto que nosotros encontró la manera de crear un biológico de granulometría 0.3 a 0.6 mm sin compactarse. Lo único que debemos hacer es agitar de forma suave y constante la arena mediante un chorro de agua procedente del acuario. Con ello conseguimos multiplicar la superficie por dos motivos: Ya hemos dicho que el fino grosor de la arena es uno y el otro la nula superficie de contacto entre las partículas ya que se encuentran en suspensión.
Normalmente utilizamos arena de sílice triturado pues presenta una superficie rugosa y llena de intersticios ideal para las bacterias. He visto usar arenas naturales producto de la erosión y reconocibles por poseer sus gránulos lisos y diferentes tonos de color y parece que el rendimiento disminuye sensiblemente.
Este es un filtro razonablemente barato debido a su sencillez. Nunca intenté fabricar uno de ellos para su uso en acuario.
Sí que los hemos montado a nivel industrial para depurar marisco y descubrí que la dificultad no radica en su sencilla construcción sino en los posteriores ajustes.
El funcionamiento de un lecho fluido es tan sencillo como parece. En la figura he añadido unas flechas que indican el recorrido del agua y comprobarás que no tiene ningún secreto. También puedes observar que podemos instalarlo tanto en el interior como en el exterior del tanque y, dado que es estanco, tampoco tiene importancia la altura a la que lo coloquemos.
El misterio está en la bomba. El sistema requiere una regularidad en el caudal equivalente a la de un espumador de proteínas.
Es aquí donde uno debe gastarse el dinero, en una bomba de calidad que deberá ser muy estable. Ajustar el caudal es imprescindible si queremos que todo funcione. Estrangular de forma constante con una válvula o grifo el flujo de una bomba repercutirá a medio o largo plazo en su duración y precisión. Por tanto tendrás que insertar en su salida una derivación en “T” para desviar el caudal sobrante sin frenar la bomba. Para ajustar bien el flujo deberás incorporar dos válvulas: Una en la alimentación del filtro y otra en la derivación que has creado con la “T”.
La arena llenará aproximadamente el 30% del filtro, que se convertirá más o menos en un 50% del mismo cuando el agua circule. El proceso de maduración biológica es equivalente al de los demás filtros. Un corte de suministro eléctrico será tan peligroso como en los otros sistemas.
Un lecho fluido NO tiene mantenimiento a menos que un excesivo caudal haga salir partículas de arena al acuario, pero en ese caso difícilmente habrían sobrevivido las bacterias pues la arena de sílice es un conocido abrasivo y el roce de sus granos impediría colonización alguna. Debes instalar un prefiltro de foamex de tamiz medio en el colector de la bomba. Algunas bombas ya lo llevan incorporado.
Cuando consigas un rendimiento razonable resultará interesante que marques con un rotulador permanente los niveles de la arena en el filtro tanto estando parado como activo. Tendrás una referencia muy útil a largo plazo.
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Cosas que puedes necesitar a la hora de fabricarte un filtro de lecho fluido o fluidizado:
Nombre | Foto | Valoración | Precio |
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Bomba Eheim Compact | |||
Manguera bomba | |||
Filtro int. flauta |