Filtro seco-húmedo

Introducción al seco-húmedo («Wet-dry»)

 

Con la descripción del filtro seco-húmedo entramos ya en los sistemas especializados propios del agua marina. No porque su uso en agua dulce sea inadecuado, sino porque el elevadísimo rendimiento de estos sistemas excede en mucho las necesidades de la gran mayoría de acuarios domésticos dulceacuícolas y su elevado coste los hace prescindibles. Antes de entrar en materia, debo hacer algunas aseveraciones. La primera es sopesar el coste total de uno de estos montajes tanto si lo hemos de comprar como si lo construimos nosotros y de ser así tendremos que valorar nuestra capacidad para soportar algunas contrariedades. El montaje que describiré a continuación requiere de cierta experiencia en el mundo del acuario. Y llevarlo a cabo un poco de destreza o al menos, su mejor sustituto: la paciencia. No aconsejo montar un acuario de arrecife sin haber pasado por un marino tradicional y no recomiendo éste último si no se tiene cierta experiencia en agua dulce. Por nada del mundo quisiera parecer “elitista”. Sencillamente mi interés radica en crear afición y no quemarla. Este no es un montaje sencillo. Ni siquiera adquiriéndolo en el ramo. Quien diga lo contrario, o no sabe lo que vende o miente. Ya hablamos del acuario de arrecife en su categoría pero sin duda es la meta de la mayoría de aficionados que han ido quemando etapas y lo es tanto por su incomparable belleza como por la increíble biodiversidad que presenta.

 

Hechos todos los preámbulos, un poquito de teoría. El concepto de filtración seca se fundamenta en las necesidades básicas de las bacterias nitrificantes. Siempre se tuvo en cuenta que estas prosperaban de forma proporcional a la oferta alimentaria (Desechos nitrogenados) pero, pese a saber que son aerobias (Respiran oxígeno) nunca se le dio la debida importancia a la oxigenación de los lechos bacterianos.

En efecto, hace relativamente poco se descubrió que nuestros esfuerzos en la búsqueda de materiales con la debida porosidad y superficie de contacto con el agua estaban obviando en parte, la correcta ventilación de la flora bacteriana. Hasta que a alguien se le ocurrió sacar el filtro biológico del agua y hacer que ésta caiga en forma de lluvia sobre el material filtrante ofreciéndole una estupenda mezcla de moléculas nitrogenadas y aire atmosférico cargado de oxígeno. Resulta curioso constatar que de las grandes ideas, la más sencilla suele ser la mejor.

 

Ahora resulta muy fácil encontrar símiles pero si observas la orilla de una playa turística al final de temporada verás actuar de forma natural los dos principios fundamentales de la filtración de los acuarios marinos: La espumación de proteínas por efecto del oleaje en forma de semicírculos de espuma ambarina que las olas depositan en la orilla y la filtración seco-húmeda que se está produciendo en la capa superficial de la arena por efecto del vaivén de las olas en la zona emergida.

En la imagen derecha, podemos observar como el agua al retroceder se filtra entre la arena y aunque esto ya no lo podamos ver, está alimentando a la flora bacteriana con oxígeno y moléculas de desecho procedentes de la descomposición de las proteínas de los residuos orgánicos que también aparecen en la imagen. Comprender estos dos aspectos fundamentales de la eliminación natural de residuos nos facilita mucho las cosas a la hora de montar un sistema eficaz de filtrado.

 

Del mismo modo que utilizábamos los compartimentos del filtro de laberinto, en los filtros seco-húmedos también lo hacemos, tanto si son exteriores (Sump) como integrados en el tanque. En este apartado trataremos los exteriores. En la imagen (Bastante poco precisa, por cierto), podemos observar un seco-húmedo “flotando” ubicado bajo el acuario. En su parte superior presenta unos accesorios de PVC que conectarían con los de la esquina derecha del fondo del tanque. Es el colector.

Si te fijas, el acuario presenta una separación de vidrio, en este caso en negro, cuya altura corresponde con el nivel máximo del agua del acuario. Es el decantador, que puede ser sustituído por un sifón de seguridad (Ya hablaremos) que nos evitaría la complicada operación de taladrar el tanque. Volvamos al filtro. La bomba de su interior situada a la izquierda envia el agua ya filtrada al acuario por un tubo de PVC de 20-32mm. Hay que tener claro un concepto: Estamos desbordando constantemente y de forma controlada el acuario y lo hacemos por su punto de nivel más bajo, el decantador (Borde superior del colector, caja negra).

¿Cómo controlamos que la bomba envíe tanta agua como recoge? Pregunta incorrecta. La bomba trabaja a pleno rendimiento y de forma constante, tan solo cae por el decantador tanta agua como entra por simple gravedad. Tanta agua entra, tanta agua sale. Es por ello que el nivel de agua del sistema, por una vez, no lo miramos en el acuario, sino en el filtro. Curioso ¿No?. Si no has entendido esto, pásate por aquí un momento, pero vuelve! Je, je…

 

Ya existen en el mercado multitud de marcas dedicadas a la fabricación de filtros como este. Muchos de ellos llevan incorporados además de la bomba los calentadores, reactores de calcio y multitud de accesorios como uno o incluso dos espumadores de albúmina (Skimmers), principales aliados del filtro. Hasta encontraremos montajes similares que prescinden de la filtración seca incorporando uno o varios filtros de lecho fluido. En este tipo de acuarios se tiende a sobredimensionar a menudo los equipos, a veces prescindiendo de otros accesorios quizás prioritarios. La complejidad técnica que encierran estos acuarios son una fuente inagotable de discrepancias. Antes de montar una instalación de arrecife es muy conveniente documentarse al máximo y sobretodo contrastar todas las opiniones, empezando por las mías. Si os aficionáis, iros olvidando de ese rincón tranquilo de la casa en el que dejas perder la mirada absorto rodeado de una confortable sensación de paz. Con el tiempo y dinero, vuestro acuario se habrá convertido en el laboratorio de un científico loco. Y creedme que vale la pena aunque sólo sea por descubrir de vez en cuando un sorprendente inquilino nuevo que por arte de magia, aparece de modo inesperado. Mi experiencia con el acuario de arrecife fué relativamente breve (6-7 años) y por tanto, me limitaré a describir varios de los montajes que construí con aceptable éxito (Los más comunes y sencillos) y que os permitirán admirar las maravillas que ofrece la roca viva. Ánimo.

Bueno, hechas las oportunas aseveraciones previas, pasaremos al montaje del más típico de los “Sump” o filtros seco-húmedos exteriores, empezando por un filtro seco básico. Esta es una página introductoria y ya damos paso al tema.

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