Infusorios (Protozoarios)
Cultivo de infusorios (Protozoarios)
-«El término infusorio no tiene carácter taxonómico (No es un taxón) es decir, no incluye a un tipo determinado y único de seres vivos sino que se aplica a una gran cantidad de seres vivos muy diferentes»- (Wikipedia).
La palabra procede del resultado de infusionar en agua (Sin hervir) briznas de heno, restos vegetales e incluso estiércol seco.
Son de tamaño microscópico y tan solo visibles a simple vista algunas especies de paramecio, concretamente Paramecium caudatum alcanza los 0.3 mm y es una de las más buscadas por los acuaristas aunque salvo de conseguir una cepa inicial, aparecerán numerosas especies, géneros, tribus, familias… aleatoriamente.
Imagen derecha, Paramecium caudatum.
Esta fotografía hecha con microscopio de una muestra de agua del medio natural da fe de la diversidad que envuelve a un protozoo ciliado depredador como Paramecium caudatum, que es el personaje que nos interesa aunque no el único pues en nuestros «caldos» aparecerán más especies susceptibles de ser devoradas.
Esta diversidad no hace sino favorecer las características nutricionales. Esto en contra, puede alterar la productividad del cultivo de forma poco controlable tornándose inestable con lo que es preferible iniciar diversos cultivos simultáneamente con materias de orígenes diferentes.
Dónde viven?
Están por todas partes allí donde el agua tenga presencia aunque sea temporalmente. Forman parte del zooplancton y disponen de mecanismos de resistencia a la sequía. Son especialmente abundantes en aquellas manchas de agua cargadas de materia orgánica de origen vegetal formando por si mismos un universo de especies tanto fitófagas (Que se alimentan de fitoplancton) como depredadoras, esto pone en evidencia lo poco riguroso del término “infusorio” en biología aunque ya útil en acuarismo.
En la imagen podemos apreciar un biotopo típico muy productivo:
En qué casos se usan?
Son especialmente necesarios en los primeros días de aquellas especies de alevines cuyo pequeño tamaño no admite el nauplio de artemia. Muchas especies de barbos, rasboras, anabántidos y demás dispersadores de huevos de pequeño tamaño.
En mi caso me resultaron muy útiles en las primeras dos semanas (A veces tan solo una, hasta aceptar artemia) de Brachydanio rerio, Puntius tetrazona, Etc… Los nauplios de artemia no depredan a los infusorios (No se alimentan) pero de pasar a metanauplios (24 h.) antes de morir por falta de sal si lo harán por lo que no daremos el paso a ésta hasta que todos los alevines dispongan de suficiente talla o los separemos mediante pipetas.
El cultivo de infusorios
En contra de lo que hasta ahora pueda parecer, el cultivo es realmente sencillo. De hecho, se produce sin que lo sepamos en lugares tan comunes como ese plato que colocamos bajo una maceta de casa para no mojar el suelo o una vieja lata de conserva abandonada en un solar… Lo que resulta más complejo es su producción controlada y la posterior dosificación.
Arrancar una cepa es tan simple como llenar un recipiente de agua declorada y añadir un poco de heno, alfalfa, paja o estiércol secos así como una peladura de plátano también completamente seca e incluso salvado de avena, arroz o trigo. Cuanto mayor sea el recipiente más estable y productivo será el cultivo pero conviene realizar varios simultáneamente para asegurar el suministro.
El recipiente no debe recibir el impacto del sol directo y de añadir unas gotas de leche aceleraremos el proceso. Del mismo modo que ocurre con los cultivos de Daphnia, cuando veamos aclararse el agua deberemos volver a alimentar.
Podemos alimentar con aguas verdes (Fitoplancton) y levaduras en muy pequeña cantidad pues serán la base que mantendrá a los fitófagos que a su vez alimentarán a los depredadores de mayor tamaño.
Un cultivo típico se realiza sobre Riccia fluitans. Esta conocida flotante de acuario ofrece un inmejorable biotopo para la producción de infusorios y puede ser transportada íntegramente al acuario de cría que contiene los alevines recién eclosionados, rotando masas de riccia del cultivo al tanque y viceversa para ir reactivando la producción.
Dosificación
Esto es a mi parecer lo realmente complejo. Tratándose de organismos microscópicos, dar con la densidad o cantidad adecuada de población resulta imposible y tenderemos a sobrealimentar porque es frecuente perder muchos alevines simplemente porque no comieron lo suficiente… Buscando datos sobre este tema he encontrado un artículo muy aconsejable de nuestro querido y recordado compañero Roberto Petracini de «El Acuarista» (E.P.D.) y del que me permito la licencia de extraer una cita:
-«Como ejemplo diremos que las larvas recién nacidas requieren de alrededor de 300 infusorios por hora cada uno. Eso equivale a dos o tres gotas por hora de un buen cultivo por cada larva o alevín. Al cabo de un día, unos 100 alevines consumirán aproximadamente un litro de caldo de cultivo. Por lo tanto, si se desea alimentar 1500 alevines durante una semana serán necesarios más de 10 litros diarios o sea entre 70 y 100 litros de caldo de cultivo de infusorios.»- (Ver artículo completo)
<Volver a Alimento vivo