Introducción al agua salada
Tercer nivel de dificultad técnica. Pocos aficionados empiezan por un acuario marino y algunos acaban desistiendo al carecer de un mínimo de experiencia necesario. Montar un acuario marino puede resultar francamente sencillo si antes hemos quemado etapas manteniendo peces tropicales de agua dulce y siempre y cuando comencemos por un buen tanque de payasos, damiselas e incluso alguna anémona. Todos hemos visto en alguna ocasión un acuario marino y por tanto podemos ahorrar en calificativos, simplemente diremos que un marino bien cuidado siempre ofrece una estampa magnífica. La principal diferencia respecto a montajes anteriores es la presencia de nuevos parámetros como la densidad, potencial redox y muchos más que irán apareciendo conforme nos queramos complicar la vida. En efecto, trataremos tres categorías principales de acuarios de agua salada. En orden de dificultad, el más sencillo es el marino de agua caliente (Al revés que en agua dulce), seguido por el marino «de agua fría» (Requiere enfriadores de agua, si no sería el más sencillo con diferencia) y por último, el arrecife de roca viva, summum de la acuariofilia que puede llegar a ser terriblemente complejo.
NOTA DEL AUTOR: El tema de la acuariología marina es por sí mismo lo suficientemente amplio (Por no decir vasto) y complejo como para requerir una edición equivalente a la totalidad de esta guía y probablemente quedaría corto. A la hora de plantearme este apartado me he encontrado con la misma incomodidad que con los terrarios (A causa de la terrible biodiversidad que presentan), con la diferencia añadida de que terrarios y acuarios he mantenido desde niño y acuarios marinos tan solo unos 6-7 años (Eso es muy poco tiempo…). Con esto no quiero asustar al lector ni mucho menos, pero sí advertirle de que aquí en materia de marino solo me limitaré a hacer una introducción técnica que aportará suficiente información como para sopesar de modo objetivo si el que lo lee se ve preparado para hacer el gran salto. Ánimo!
MARINO DE AGUA FRÍA
Estos son montajes que quedan tan solo al alcance de aquellos que vivan cerca de las costas templadas o frías ya que no se comercializa la fauna de estas zonas y tan solo allí donde la legislación lo permita. El motivo principal es puramente estético y su coste lo determina el uso de enfriador. Lamentablemente, la mayoría de aficionados descartan inicialmente este tipo de acuario por el problema añadido en regiones templadas, de refrigerar en verano y por no poseer este montaje el colorido y biodiversidad de los arrecifes tropicales. Un mito mas que otra cosa si consultamos a cualquier aficionado al buceo. Las costas atlánticas y pacíficas tanto septentrionales como meridionales presentan ecosistemas de gran interés e incluso de considerable colorido y biodiversidad.
Abundan los nudibranquios (Salvo alguna excepción, imposibles de alimentar…), corales, gorgonias, crustáceos y peces que poco tienen que envidiar a la fauna tropical. La gran desventaja es la necesidad de enfriar el agua durante la estación cálida. Se requieren aparatos caros y de relativamente complejo manejo y ajuste: Los enfriadores, aliados imprescindibles en los viveros de marisco, que entrarían en esta categoría. Si se dispone de un garaje o local que no supere los 18ºC en verano y vivimos a menos de 100Km de la costa, aconsejo totalmente comenzar en el agua salada con uno de estos acuarios. Será realmente económico y descubriremos con él incluso las maravillas de la roca viva si somos capaces de montar un filtro seco- húmedo. (Foto: Nevit Dilmen. CC by SA 3.0). Vamos?
MARINO AGUA CALIENTE (TROPICAL):
Casi siempre es el primer acuario de agua salada y aún así supone un salto de gigante para todo aficionado, no por su complejidad sino por las contrastadas diferencias técnicas y estéticas que presenta. Diferenciar un marino tropical de un acuario de arrecife no es del todo fácil. Básicamente, un marino de agua caliente no posee roca viva ni precisa de un filtro de alto rendimiento como el seco- húmedo, lecho fluído, reactores de calcio, ni espumadores (Aunque este último le convendría). Claro está, que la calidad del agua tampoco será la misma y por tanto nos tendremos que limitar a escoger especies tropicales robustas. Abundan los peces de estas características como los payasos, damiselas, mariposas (No todos), cirujanos e incluso algunos invertebrados resistentes como algunas anémonas. Hay materia para largo con uno de estos montajes y son de una belleza extraordinaria aunque presenten menor biodiversidad que el arrecife. Es mas que aconsejable empezar por este tipo de acuario en el agua salada, mucho antes de entrar en el arrecife y por tanto conveniente saber que tamaño y accesorios requiere un arrecife de cara al futuro… (Foto: Martin Fisch. CC by SA 2.0). Vamos?
ACUARIO DE ARRECIFE:
La definición de arrecife hace honor a su nombre en este tipo de acuarios. Es el grado máximo de dificultad en el acuarismo. Requiere una preparación previa importante en cuanto a conocimientos y una dificultad técnica considerable. No está al alcance de cualquiera económicamente por lo que recomiendo solicitar presupuestos a la hora de plantearse montar uno.
Dicho de una forma sencilla, este montaje es un fragmento completo de un arrecife o atolón tropical dentro de casa, algo impensable hace unas décadas y que se ha hecho posible por la aparición de múltiples equipamientos específicos, una considerable ampliación del conocimiento de la biología marina y el abaratamiento de los transportes aéreos.
En la práctica, construir un acuario de estos implica un complejo montaje previo, un ajuste de parámetros nada desdeñable y por último, hacerse traer desde miles de kilómetros un pedazo de ecosistema completo en forma de rocas vivas cepilladas. Afortunadamente, estas rocas ya proceden de granjas marinas donde son colonizadas por los organismos del atolón previamente, cepilladas y enviadas por avión a los distribuidores. Cuando llegamos a este punto somos testigos del milagro de la vida acuática pues en un primer momento contamos con un acuario de rocas peladas y aparentemente inertes y en tan solo unas semanas se convierte en un paraíso en el que resulta difícil encontrar un rincón sin colonizar. Irán apareciendo organismos progresivamente cuyas larvas, nauplios e incluso fragmentos residían ocultos entre los rincones de la roca. Si has tenido ya un acuario de agua salada y tu economía lo permite, no dudes en documentarte a fondo (Aquí los trataremos someramente y tan solo a nivel de montaje) y probar con un arrecife de mediano o gran tamaño (Cuanto más pequeño, más difícil), tendrás hobby para toda una vida y ya podrás olvidarte de la televisión. (Foto: Pinpin. CC by SA 3.0). Vamos?
Un comentario
Los comentarios están cerrados.