La recirculación en base a biotopos generales
La recirculación en base a biotopos generales
Ecosistema léntico («Aguas quietas»)
-«Los ambientes lénticos son cuerpos de agua cerrados que permanecen en un mismo lugar sin correr ni fluir. Comprenden todas las aguas interiores que no presentan corriente continua; es decir, aguas estancadas sin ningún flujo de corriente, como los lagos, las lagunas, los esteros y los pantanos.»- (Wikipedia)
Desde la más absoluta quietud del fondo de un lago tectónico hasta la calma de una charca temporal, son muchos los biotopos de peces de acuario que entran en esta clasificación. Ciprinodóntidos (Salvo excepciones), laberíntidos (Salvo excepciones), cíclidos y sardinas de zonas profundas de los grandes lagos e incluso los habitantes amazónicos del bosque inundado como discos y escalares que temporalmente se ven sumidos en esta calma.
De cara al mantenimiento de invertebrados zooplantónicos, esta es la única configuración cuyo filtrado leve o inexistente respetará a los organismos.
En la siguiente imagen, un lago truchero de alta montaña (Tristaina, Andorra) en el que apenas se registra movimiento en el agua:
En todos estos casos no dispondremos de recirculación asistida sino tan solo el tenue movimiento del sistema de filtrado que deberá ser homogéneo y a ser posible leve. Podrá limitarse a un extremo (Imagen superior) o por el contrario y por exigencias de la filtración, atravesar muy lentamente todo el acuario en una suave corriente laminar (Es lo más habitual en estos casos).
NOTA: Un montaje léntico en sentido estricto debería carecer de movimiento. Que yo conozca, no existe accesorio de filtrado que no mueva el agua. De hecho, un acuario realmente léntico es aquel que no tiene filtro (Nuevas directrices)
Marquesina, ejemplos y símbolos: 1- Lago: Léntico. 2- Curso bajo: Lótico lento. 3- Arroyo: Lótico rápido
Ecosistemas lóticos («Aguas vivas»)
El ecosistema o biotopo lótico es aquél que corresponde a los cursos fluviales con agua en movimiento. Desde las fuentes y arroyos hasta los cursos altos medios y bajos de los ríos. Este es por tanto uno de los reyes del acuario pues gran número de especies de peces y plantas coexisten en este medio dinámico al que se han adaptado.
En la práctica del acuarismo no podemos asumir el concepto lótico como una sola configuración pues dependerá de la intensidad del flujo o caudal la correcta adecuación de cada especie. De este modo tenemos especies de biotopos lóticos de muy lenta circulación con corriente o flujo laminar y cierta deficiencia en oxígeno como pueden ser Carassius auratus, Cyprinus carpio, Tinca tinca, Etc… que en muchos casos sería léntico pero la necesidad del filtrado lo impide.
En la imagen de la derecha, un estanque de alta montaña cuya surgencia alimenta el nacimiento de un arroyo. Las corrientes son muy lentas, casi imperceptibles.
Lóticos lentos
Aquí tenemos un caso típico. Un remanso en el tramo medio de un río de circulación muy lenta y de naturaleza laminar. De hecho si la imagen inferior se tratase de un vídeo podríamos apreciar el lento movimiento rectilíneo de las partículas en suspensión y flotantes (En su mayoría, la floración del chopo. Río Fluviá, Seriñá):
Lóticos rápidos
Y en el otro extremo, los que requieren una fuerte turbulencia (Flujo turbulento, ahora ya va cuadrando tanto «palabro») como Salmo trutta, Cottus gobio, Phoxinus sp., Etc… que requieren una alta concentración de oxígeno, cosa que se va complicando conforme asciende la temperatura del agua en los rápidos arroyos tropicales.
Generalmente en la mayoría de montajes domésticos mantenemos incorrectamente a los peces de los cursos rápidos pues solemos despreciar este aspecto. Unos ejemplos típicos: Tanichthys albonubes (Neón chino), Puntius tetrazona, Botia sp., Beaufortia sp., Melanotaenia sp. y un larguísimo etcétera…
Tenemos aquí abajo un pequeño arroyo de tramo alto en zona calcárea por el que transcurre el agua a gran velocidad (Toronell). De nuevo le he dado rienda suelta a la imaginación y me he inventado por la cara lo que podría ser un esquema de los flujos que aquí se dan. Aviso que aquí el rigor brilla por su ausencia pero es que tampoco vamos a teñir el agua y filmar su transcurso… De hecho, en estos montajes el rigor tiene una importancia relativa porque de bien seguro que se cumplirá esta «predicción» al menos varias veces al día.
Me explico, en estos cursos rápidos las corrientes laminares y turbulentas se entremezclan o alternan constantemente. Predominan las laminares en la zona central y superior del lecho salvo en los estrangulamientos del cauce que la aceleran y tornan turbulenta. En las riberas y fondo, la presencia de rocas redirige las corrientes laminares frenando el flujo y tornándolo turbulento. Estas turbulencias son totalmente aleatorias aunque en ocasiones siguen un patrón como es el caso de las extrañas flechas sinuosas formadas por la piedra de la izquierda.
La primera conclusión a la que llegamos es que no es preciso un estudio detallado en ecosistemas lóticos rápidos más allá que la previsión de zonas tranquilas de seguridad en las que puedan refugiarse los peces. De ese modo será su comportamiento el que nos indicará las correcciones a aplicar.
Ecosistema pelágico («Aguas abiertas»)
El ecosistema pelágico o de «aguas abiertas» corresponde a las zonas interiores de lagos y mares que no mantienen relación ni con la costa o ribera ni con el fondo (Bentos). No son necesariamente lénticos pues pueden poseer un flujo importante propiciado por las corrientes marinas.
En nuestro caso, debido a la imposibilidad de someter un acuario a altas presiones, nos centramos exclusivamente en su zona más superficial llamada epipelágica y no nos debe engañar esta aparente corriente laminar pues se da la circunstancia de que a causa de los vientos aparece el oleaje y este interfiere tanto en la dirección como la velocidad del flujo tornándose en la superficie turbulento.
Se recurre en acuario a esta configuración como parte superior de un arrecife (Intermareal, ahora hablamos) y más raramente en acuarios marinos no arrecife destinados a especies raras y a investigación.
En el caso de las medusas, aunque sería acertado en tanques muy altos, estas prefieren descender en la columna para evitar las turbulencias en superficie y ya de cara a su instalación en acuario, se provoca una lenta corriente circular que las mantiene en la zona central para no mantener contacto con las paredes del tanque pues son extremadamente delicadas frente a los impactos.
Ecosistema intermareal (El oleaje en un medio anfibio)
Corresponde a la zona temporalmente cubierta de agua o emergida en función de los ciclos de las mareas.
En acuarismo cuando hablamos de intermareal no lo hacemos con el oportuno rigor pues un acuario estrictamente intermareal debería quedar totalmente en seco y llenarse completamente dos veces al día aproximadamente. Esto es técnicamente viable mediante un tanque auxiliar de almacenamiento (Sump) intercomunicado, temporizadores y bombas de vaciado/llenado con sus respectivos controles. Durante la pleamar las corrientes son turbulentas e interviene el oleaje que cuando impacta contra el litoral hace ascender y descender súbitamente la columna de agua. Es el hábitat de toda una comunidad adaptada a esta constante variabilidad y por tanto anfibia.
El comportamiento de las olas así que impactan contra la plataforma continental es curioso y su longitud de onda se ve seriamente alterada. Este es el fenómeno por el que un tsunami (Maremoto) puede resultar inofensivo en alta mar y altamente devastador en el litoral y el motivo de la fuerte agitación de las zonas intermareales allí donde el litoral es vertical (Acantilados y arrecifes). Este es un montaje tan solo apto para instalaciones zoológicas o de investigación aunque reproducible en el entorno doméstico recurriendo a un complejo soporte técnico y lo incluimos aquí para entender un poco mejor el ecosistema de arrecife.
Arriba a la izquierda, intermareal con marea alta (Pleamar), altas turbulencias sacuden constantemente el litoral rocoso. A la derecha: En bajamar, un tanque auxiliar recoge gran volumen de agua y la poca columna restante en el tanque principal mantiene flujos turbulentos, paralelamente deberíamos «regar» intermitentemente la roca emergida mediante una flauta superior. Este ciclo se ve alterado dos veces al día aproximadamente.
Ecosistema arrecife
Si asumimos el impacto de las mareas en el montaje anterior y consideramos como el límite superior de crecimiento de los corales la zona de emergencia, ya podemos entender un poco mejor los complejos flujos turbulentos que sacuden este ecosistema. Es bien cierto que existen periódicamente bajamares extremas bajo el dominio de altas presiones atmosféricas que hacen emerger durante escasas horas el arrecife coralino pero normalmente su punto más elevado corresponde con el límite inferior de la bajamar por lo que no nos debe preocupar aquí la creación de un nivel variable. Ya nos debe quedar claro que en los primeros metros de profundidad escasean los flujos laminares y son los turbulentos los que han modelado este ecosistema en el que han evolucionado sus especies en base a la fuerte agitación.
No obstante, el reducido impacto de las corrientes marinas pelágicas laminares «aquí arriba» se presenta en forma de un cambio periódico de dirección o sentido del agua lo que nos plantea el uso de diversas bombas temporizadas que inviertan estos flujos pues se da por asumido que un flujo unidireccional y constante a largo plazo afecta al desarrollo de los corales.
No todos los organismos de un arrecife tienen los mismos requerimientos y es la naturaleza de las corrientes a largo plazo y en un punto concreto la que determina qué corales sobrevivirán y cuales no prosperarán. De hecho, con tan solo descender unos metros en la columna de agua, irán tomando protagonismo las corrientes laminares apareciendo aquellos organismos dispuestos en «abanico» o «peine» como las gorgonias.
Por tanto, no os dejéis engañar por estos bonitos dibujos que tan solo nos mostrarán a grandes rasgos una serie de configuraciones efectivas, lo realmente complejo es ubicar luego cada coral duro o blando en el lugar adecuado.
Imagen superior derecha: Amplíala y observa detenidamente la dirección que presentan en un mismo momento los tentáculos de las anémonas en un área que apenas alcanza el metro cuadrado. Todo un «test» de turbulencia.
Concretando, en un arrecife natural se asientan y desarrollan espontáneamente toda suerte de especies en un punto concreto de las cuales tan solo algunas prosperarán y uno de los factores será la correcta circulación. En un acuario en el que introducimos esquejes hemos de acertar con la ubicación y dependiendo de la especie, será más o menos tolerante a las imprecisiones.
Sin duda, este es el montaje más complejo en cuanto al estudio de la recirculación en el que la clave es la creación de flujos turbulentos cuya dirección en origen sea variable y que alcancen la mayor superficie posible de roca viva. Más adelante explicaremos varias configuraciones.
+ Info.: Las mil caras de un mismo río en materia de recirculación
Lejos de asustar a nadie, vamos a tratar la alta variedad de configuraciones que presenta un mismo río en función de la época del año y la orografía local y quisiera que sirviera para relativizar su importancia en acuario de cara a la mayoría de las especies pues pone en evidencia la alta adaptabilidad de las mismas: Que sean capaces de soportar cambios súbitos no implica necesariamente que los necesiten ni que les resulten cómodos en la mayoría de casos…
La variabilidad estacional en un río
Si no era ya bastante complejo este asunto, debemos tan solo comentar que existen multitud de biotopos sometidos a fluctuaciones estacionales en los que se pueden dar diversas configuraciones en función de la época del año. Por poner un ejemplo que me queda próximo comentaré el régimen hídrico de un río de la cuenca mediterránea norte, sometido a dos temporadas de alta pluviosidad y dos de sequía.
De entre los posibles protagonistas y por poner alguno, el barbo de montaña (Barbus meridionalis) un reputado superviviente que no ha tenido otra que evolucionar en un medio tan cambiante.
Para ilustrar el tema, una serie de imágenes correspondientes a los diversos afluentes del río Fluviá en las cuatro estaciones:
En pleno verano (Canícula, justo antes de las tormentas de agosto)
La circulación es inaparente. El impacto solar alcanza las 14-16 horas. Del río aquí tan solo quedan una serie de balsas que presentan una alta temperatura y baja concentración de oxígeno y las algas filamentosas y el fitoplancton se alimentan de la elevada concentración de nutrientes. El medio se ha tornado eutrófico y los peces más débiles perecen. Los ejemplares de mayor tamaño también pueden llegar a morir de anoxia ofreciendo espacio y alimento a los alevines de la temporada, aquí en clara ventaja. Parámetros como dureza de carbonatos (Kh) y por tanto pH ascenderán pese a la eutrofia.
En otoño, fuertes temporales de levante sacuden la zona.
Las riadas se suceden saneando y arrancando las algas filamentosas y arrastrando la acumulación de sedimentos a los que se añaden la caída de la hoja. Fuertes corrientes turbulentas obligan a los peces a refugiarse en un medio ahora oligotrófico y con una alta concentración de oxígeno. El pH y dureza descienden temporalmente durante estos episodios.
El fotoperiodo se reduce paulatinamente.
En invierno, de nuevo escasean las precipitaciones. La insolación se limita a unas diez horas, las temperaturas son muy bajas pudiendo aparecer puntualmente una fina capa de hielo y las algas apenas se desarrollan pese al aumento de nutrientes provocado por la falta de circulación y la acumulación de hojarasca y restos vegetales por la pérdida de la hoja de los árboles.
Ya podemos presenciar un aumento de la tensión superficial del agua en superficie que dificulta el intercambio gaseoso. Aumento de dureza general, dureza de carbonatos y pH.
En primavera, vuelven las tormentas. De nuevo, las corrientes turbulentas se apoderan del cauce llegando a desbordarlo temporalmente y creando nuevos biotopos de vida muy breve.
El lecho se sanea e incluso se reorganiza por el arrastre de troncos, rocas y guijarros. Aumenta la insolación y tanto las macrófitas acuáticas como las algas aparecen tímidamente en un medio muy oxigenado. Llegada la calma, se produce una explosión de vida a nivel planctónico que sustentará a la nueva generación de peces que harán coincidir la época reproductiva avanzada la primavera, nada es casual…
No nos pongamos nerviosos! Podemos mantener barbos de montaña en un acuario con una configuración permanente en la que provocaremos turbulencia en una zona y corrientes laminares en el resto del tanque respetando eso sí, el resto de parámetros como el fotoperiodo y temperaturas.
Pues en materia de recirculación ocurre como con el resto de parámetros variables de un acuario, del mismo modo que pueden presentarse variaciones de temperatura, fotoperiodo y parámetros fisioquímicos del agua en un biotopo concreto a lo largo del año, también pueden existir estaciones lénticas y lóticas.
En qué casos debemos ser rigurosos respetando los cambios estacionales?
-Con especies desconocidas en acuario.
-Aquellas que pese a ser conocidas, siguen siendo especialmente sensibles en este sentido (Pocas generaciones en cautividad)
-En aquellas especies delicadas procedentes de captura en el medio.
-Proyectos pioneros con especies cuya reproducción no ha sido documentada en acuario.
-En aquellos casos en los que los cambios estacionales disparan los mecanismos que inducen a la reproducción (Killis, Etc…)
Variabilidad orográfica
Debido a la orografía del terreno, un mismo cauce puede verse transformado súbitamente y en repetidas ocasiones. Es el típico caso del arroyo en el que se alternan las pozas y los rápidos. Tenemos una clara muestra de la importancia que tiene la circulación cuando podemos observar en un mismo río a unas truchas luchando contracorriente y tan solo unos metros más atrás ya en el remanso o poza, unos foxinos (Phoxinus sp.) correteando plácidamente por el fondo.
Una imagen que pone de manifiesto el súbito cambio de léntico a lótico. Un lago de origen glacial y mayoritariamente léntico recoge diminutos cursos hasta rebosar en su punto más bajo. A partir de aquí se precipitará ladera abajo (Lótico rápido) formando puntualmente remansos o pozas (Lótico lento):
La mayoría de sus especies de peces mostrarán una preferencia por uno u otro tramo, claro indicador por un lado de cuál es su nicho y por el otro, del gran margen de maniobra que tenemos a la hora de instalarlos pues todos ellos son capaces de remontar o descender tramos enteros de un mismo río.
Quisiera insistir de nuevo en la importancia relativa que tiene la recirculación de un acuario frente a la mayoría de especies de agua dulce comunes en el comercio. Sencillamente, aquellas excesivamente exigentes que demandan grandes turbulencias apenas son comercializadas. Pronto veremos que con las bombas centrífugas de última generación se nos abrirá todo un campo en este sentido…
Textos e infografías: RCG. Zootecnia doméstica. Der. Res.
Fotografías: Diversos autores, diversas licencias.
Fotografías RCG: CCBYSA4.0
Zona comercial
Orientación al precio vigente de diversos sistemas de filtrado para biotopos lénticos:
Nombre | Foto | Valoración | Precio |
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Aireador AAP 301S | |||
Aireador BPS 6029 | |||
Tubo macarrón | |||
Filtro esponja suelo | |||
Filtro esponja doble | |||
Filtro caja clásico | |||
Filtro cascada BPS 190L/h |
Orientación al precio vigente de bomba de recirculación o wavemaker para sistemas lóticos rápidos:
Nombre | Foto | Valoración | Precio |
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Speed 3W 2500 | |||
Sunsun Dual 6000 | |||
Anself 12000 | |||
Sicce XStream 3500 | |||
MaxSpect Gyre XF230 | |||
Tunze Turbelle NanoStream 6015 | |||
Tunze Turbelle NanoStream 6045 |