Kit limpieza

Profilaxis (Cuarentena…)

Profilaxis y cuarentena

-“Más vale prevenir que…”-

 

Silencio por favor
© DP

Una constante invariable en todo acuario es que, tarde o temprano se acaban presentando las enfermedades y los parásitos que las provocan. Queda fuera de mi alcance tratar en este trabajo el tremendo mundo de las enfermedades de acuario, pues requeriría por sí solo el equivalente a muchos trabajos como este (Que además no sabría afrontar…) pero en lo que haremos un poco de hincapié es en el complejo mundo de la profilaxis (Prevención). Foto: DP.

Existen enfermedades de origen bactérico (Provocadas por bacterias), fúngico (Por hongos), vírico (Eso…) “aliñadas” por un nutridísimo ejército de parásitos que, no conformes con provocar daños en los organismos que colonizan, reducen su sistema inmunológico que pasa a ser pasto de todas las anteriores oportunistas. Con ello aparece el “cuadro múltiple” que presenta toda suerte de síntomas que a menudo nos vuelven locos a la hora de realizar un diagnóstico…

 

-“Pero, de dónde sale toda esta fauna y flora si en mi acuario no “ha entrado” nada desde hace meses?“-

Esta pregunta nos la hemos hecho todos más de una vez ante cualquier brote de “ictio”, saprolegnia, etc…  Alguien puede poner la mano en el fuego asegurando que no ha entrado nada en el acuario? Incluyendo esporas, nauplios, bacterias, virus…? Ya, pero es que de ser así tampoco supone gran cosa si tenemos en cuenta que la mayoría pueden permanecer en estado latente hasta años ya sea en el organismo de los animales, como en forma de larvas, esporas, etc… en algún rincón del acuario a la espera de “tiempos mejores”.

 

Lo primero:

La mejor defensa ante las enfermedades de los peces es un buen estado general de salud, propiciado por unos parámetros constantes tanto fisioquímicos como de temperatura así como una alimentación completa en un acuario con pocos incidentes “sociales” vamos, tranquilo y sin escaramuzas o frenética competencia por el espacio o la comida… Una utopía? En términos absolutos está claro que si, pero se puede hacer mucho por acercarnos en lo posible.

 

Lo demás…:

Siguiendo unas medidas básicas de profilaxis reduciremos sustancialmente (Que no eliminaremos) el riesgo de contagios, empezando por una serie de normas básicas que ya nos dicta el sentido común y que a menudo no tenemos en cuenta y acabando con el montaje de un acuario de cuarentena. Vamos a exponer unas cuantas de ellas:

 

Kit limpieza
© RCG. Zootecnia doméstica. CCBYSA3.0

-Junto con el equipo de todo acuario deben constar su propio salabre, imán, rasqueta, botes varios, palanganas varias e incluso manguera para los cambios de agua a menos que la desinfectemos después de cada uso con azul de metileno, verde de malaquita o fármacos comerciales de amplio espectro que luego deberán retirarse con aclarados (Mejor una manguera, un acuario…). Eso del bote de “agua de color” con el salabre dentro que entra y sale del acuario sin duda ofrece una imagen inmejorable, pero supone liberar cobre o antibióticos progresivamente al agua. El primero se irá fijando en el hígado de los peces y el segundo creará resistencia gradualmente en los organismos de los peces, además de volverse tóxico con el paso del tiempo (Luego hablaremos de la famosa “medicación preventiva”…).

 

-Acelerar el ciclado con material filtrante maduro o agua de otro tanque supone dispersar patógenos para los que los peces del acuario de origen muestran ser inmunes, pero no sabemos si los del futuro acuario lo serán. Esto es igualmente aplicable a sustratos, elementos decorativos, podas de plantas, etc… No podemos reutilizar las podas de un acuario en otro? Desde luego pero asumiendo riesgos. Si ya se nos cuelan los huevos de los caracoles, no lo hará una bacteria enquistada? No es mala idea tratar todo lo vegetal con medicamentos (Cuidado, algunos también les afectan) y aclarar concienzudamente aunque muchas larvas, esporas, huevos, etc… son resistentes a los medicamentos que tan solo actúan sobre patógenos adultos o maduros… Todo lo que sea “hardware” (Rocas, troncos, gravas, etc…) se debe hervir.

 

-Por descontado, lavarse las manos (Y aclararlas!) con jabón bactericida antes de meterlas en el otro acuario así como las tijeras de podar, etc… Cuando se trabaja en tienda con baterías, la piel no debe tocar el agua. Hemos podido ver como un brote de hongos se extendía a los tanques contiguos de pecílidos sin afectar a los que había tres baterías mas allá y por supuesto, usando aire comprimido siempre debe haber tapa…  Y permanecer cerrada (Sobretodo la hoja trasera de una tapa deslizante, que es la que más nos cuesta ver y tapa la tobera impulsora que no deja de salpicar…).

 

-“Me han prestado un plecostomus para hacer un poco de limpieza”-

Existe la posibilidad de que te hayan prestado el plecostomus y algo más… (Con la mejor intención del mundo, claro!). Es una especie tremendamente robusta ante las enfermedades lo cual no indica que no sea portadora.

 

Y así podríamos pasarnos horas describiendo usos y costumbres de riesgo. Es fácil y muy eficaz establecer paralelismos entre las medidas básicas de higiene que nos atañen a las personas y trasladarlas a un medio acuático, de nuevo hemos de “pensar como un pez” y aplicar una de nuestras mejores (Y más escasas) herramientas: El sentido común.

 

EL ACUARIO DE CUARENTENA

 

Cuarentena
© Zootecnia doméstica. Der. Res.

Todo un clásico maltratado, repudiado y al que no le faltan detractores con argumentos de peso. Queda patente que cuanto más complejo es un tema, más polémicas despierta… Quién puede doblar el volumen de su espacio disponible, ubicando un acuario gemelo solo para hacer cuarentenas? Está claro que pocos se lo pueden permitir. Por eso los acuarios de cuarentena son habitualmente pequeños, cuando los hay. Del mismo modo que, cuando tras un disgusto reaccionamos montando uno, en poco tiempo y recuperados del trance, ya tenemos dos acuarios completos montaditos y poblados (Lo nuestro es vicio… je, je…).

 

Un acuario de cuarentena es un montaje básico y semiestéril. Un tanque, los accesorios necesarios y de hecho, no debería tener ni gravas. A lo sumo algún objeto fácil de lavar y desinfectar que sirva de escondrijo al pobre inquilino. La razón de ser? Mantener en observación a los peces recién llegados antes de entrar a compartir el medio con los “veteranos” con el fin de evitar la aparición de enfermedades nuevas en el acuario principal. La lógica manda… Lo de los cuarenta días ciertamente es una convención, pero bien meditada. Hay enfermedades que se manifiestan en horas por el mero estrés del transporte pero otras permanecen latentes y a la espera meses y meses, incluso años. Cuarenta días es el período de compromiso para reducir el riesgo a niveles asumibles. Una cosa a tener en cuenta que no observo en la web es la conveniencia de añadir hacia el décimo día (Los peces ya se están reponiendo) agua del tanque de destino al tanque de cuarentena para permitir a su sistema inmune (El de los nuevos) entrar en contacto con los primeros patógenos que encontrarán cuando lleguen al acuario definitivo. Si no desarrollan nada, hemos avanzado bastante, aunque en estos asuntos nada es garantía, ojo. De manifestarse, tras tratar y desaparecer los síntomas, cuarenta días más… (Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia… y de la acuariofilia también).

 

Pero claro, si sometemos un pez a transporte para luego liberarlo en un tanque reducido en el que ambientalmente cualquier parecido con su entorno es mera coincidencia, no estaremos forzando su sistema inmunológico?: Cierto. Del todo cierto… Pero las probabilidades mandan y la estadística indica la necesidad de usar este sistema: Cualquier comerciante veterano sabe cómo redistribuir los viejos peces en sus baterías previamente a la llegada de nuevas partidas, y os aseguro que funciona habiendo podido comprobar como se reduce la mortandad hasta llegar tan solo al 3% en partidas distribuidor-comercio (Importación-comercio es otra historia, pero aún proporcionalmente la reducción de bajas es mayor). Son habas contadas… Muchos abandonan esta afición tras una epidemia implacable (Por no hablar de reincidente). Creedme que vale la pena. De hecho, si no tenemos previsto introducir peces, siempre nos servirá como enfermería o guardería de alevines, bien mirado un acuario auxiliar puede resultar muy útil.

 

LA ESTERILIZACIÓN:

 

Cuando me planteé si editar todo este tema o no, me encontraba ante la seguridad de que de hacerlo, iba a parecer un cascarrabias intolerante y me niego…: La esterilización es un invento fantástico, igual que la farmacopea. De nuevo entraremos en el uso que se haga de ella.

Fundamentalmente dos tecnologías: La inyección de ozono y las lámparas esterilizadoras de ultravioletas (UV-C).

 

OZONO (O3)

El uso de ozono (O3) es terriblemente agresivo para toda flora bacteriana y la exposición a este gas de un medio acuático en circuito cerrado, difícil de controlar. Es un oxidante muy eficaz. Conocido filtro natural en la atmósfera cuyo agujero nos hace temer por el cambio climático. El caso es que la mayor concentración se encuentra en la estratosfera y a nivel de la superficie terrestre y de disolución en el agua su presencia es irrisoria. Posee un olor característico que no se olvida y que de forma natural podemos percibir al caernos un rayo cerca (Así estoy… je, je). La fabricación del ozono se produce mediante aceleradores de alta tensión que ionizan el oxígeno (O2). En eso consiste un ozonizador, que pese a las apariencias puede ser de muy pequeño tamaño. El mínimo exceso puede dar al traste con el equilibrio del acuario cargándose desde la flora bacteriana hasta a los propios animales. Es por ello que queda limitado su uso a acuarios marinos y depuradoras donde es inyectado en plena turbina de los skimmer para que su posterior liberación por la cúpula sea segura y permanezca el menor tiempo posible en disolución. Monitorizarlo es complejo y requiere de un caro y sofisticado equipamiento. A nivel doméstico se recurre a pequeños o muy pequeños ozonizadores y conviene añadir una etapa de carbón activo clase gas en la cúpula del skimmer, que se renovará muy a menudo para que no se libere y concentre en los muebles cerrados de los reef, o lo que es peor, se libere a la habitación.

 

LÁMPARAS ESTERILIZADORAS (CÁPSULAS UV-c)

Las lámparas esterilizadoras o germicidas no son más que cápsulas de cristal de cuarzo (El vidrio convencional filtra los UV) dentro de otra cápsula de mayor tamaño por la que circula el agua que queda expuesta a la radiación emitida por una lámpara fluorescente cuya composición de gases emite esta parte tan concreta del espectro lumínico. Hasta hace poco eran sistemas casi industriales o ya industriales de cierto tamaño pero están apareciendo equipos de uso doméstico para acuarios medianos. El flujo o caudal recomendado viene dado en función del calibre de la cápsula y la potencia de la lámpara y conviene respetar las indicaciones del fabricante. Ahí va un gráfico:

Lámpara esterilizadora UVc
© Zootecnia doméstica. Der. Res.

 

Caudalímetro
© Zootecnia doméstica. Der. Res.

Arriba: Lámpara esterilizadora UV-c. Detrás tenemos el aparato abierto que presenta la disposición de sus componentes en orden. Izquierda, la tapa roscada y estanca que sirve de soporte al zócalo de la lámpara con su lámpara conectada. En el medio, la cápsula de cristal de cuarzo que separará la lámpara del agua. El dispositivo presenta dos machones que podrán ser de roscar o conectar, uno es la entrada y el otro la salida del agua a tratar. No tiene más historia y la única complejidad que reviste es el ajuste del caudal óptimo para asegurar un buen rendimiento. En el caso de pequeños aparatos los errores en cuanto a caudal repercuten en poco más que esperar otro día para aclarar el agua de fitoplancton o dar por desaparecido el patógeno suspendido en el agua, pero en las industriales resulta muy útil el uso de fluxómetros o caudalímetros (Derecha), un sencillo instrumento de medida de caudal que se intercala en el circuito verticalmente. Posee una boya-testigo que nos indica el flujo en una escala impresa en el mismo tubo.

 

Qué tiene de malo este sistema? El sistema en sí, nada. El problema se da cuando tenemos a los peces permanentemente bajo los efectos de este dispositivo durante un espacio de tiempo prolongado. Convierte el acuario en una “sala blanca” libre de patógenos, un “medio ideal” pero antinatural. El resultado es que el sistema inmunológico de los peces se relaja volviéndolos inmunodeficientes, perdiendo la “memoria” frente a nuevos ataques.

A destacar, mientras tengas a los peces así reducirás en mucho el riesgo de aparecer enfermedades, pero en el momento que los cambies de tanque podrán enfermar muy fácilmente. Esta práctica aplicada a peces y marisco de consumo es ideal. También lo es para acabar con las aguas verdes (Plagas de fitoplancton) y algunas plagas de zooplancton (La primera alimenta a la segunda) y brotes puntuales de enfermedades que se dispersan por el agua, pero como elemento de uso continuado o habitual: “Pan para hoy y hambre para mañana”.

Opinión:

No puedo pasar por alto aquí un tema que, por muchos años que pasen, me sigue sublevando. Despierta polémica desde la noche de los tiempos entre aficionados y profesionales, pero es que hoy ya disponemos de los conocimientos y los medios para evitar la “medicación preventiva”. En efecto, nuestro progreso en la materia no parece evolucionar al mismo ritmo que nuestro criterio, hasta el punto de que somos capaces de crear fantásticos medicamentos de amplio espectro incoloros… Lo de fantásticos no es sorna, es cierto. Lo que me preocupa es la necesidad de que sean incoloros. Estamos tiñendo por ley productos químicos para evitar accidentes y no teñimos sino que diseñamos fármacos incoloros!. Me estoy pasando?:

 

Existe el hábito ya tradicional en algunos importadores, mayoristas y tiendas (No todos!) de medicar por sistema las partidas de peces así que se reciben. Hoy sabemos que todo medicamento fortalece ante ciertas enfermedades reduciendo las defensas frente a otras (Volviendo a los bichos inmunodeficientes temporalmente). También sabemos que los metales quedan fijados de por vida a las vísceras, sobretodo el hígado. Prueba de ello es que muchos estudios toxicológicos ambientales se realizan en base a los resultados obtenidos en las vísceras de los peces. Para colmo, el uso continuado de antibióticos vuelven resistentes a los patógenos (El gobierno realiza campañas para que no nos automediquemos por el mismo motivo…) y encima en acuario, de no ser retirados, muchos antibióticos se tornan tóxicos. Si a nosotros nos ocurre que por tratarnos una afección bacteriana podemos perder parte de la flora intestinal pese a que cada vez son más selectivos, qué ocurre con los peces, que poseen flora bacteriana en el aparato digestivo, branquias y hasta en las mucosas de la piel?. Quisiera dejar claro que no estoy en absoluto en contra de los fármacos. Nos han salvado a nuestros peces en infinidad de ocasiones y deseo que lo sigan haciendo muchos años más, pero me gustaría llamar al orden en cuanto al modo de usarlos. Ahora parece que se están poniendo de moda enfermedades de “toda la vida” cuya aparición era tan solo ocasional. La pregunta obligada (Para la que no tengo respuesta): Porqué ahora se han vuelto tan frecuentes y a las medicaciones les cuesta tanto acabar con ellas?.

Tema relacionado: Limpieza, mantenimiento>

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