Recibiendo al Llierca
Recibiendo al Llierca
Entramos de lleno en el tramo medio del río Fluviá y lo vamos a hacer en su lugar más representativo. Dejamos atrás los lechos volcánicos pero no a sus materiales que llegan arrastrados por las crecidas. Aunque los mostraremos, no describiremos sus biotopos debido a que unos son heredados de los tramos anteriores. Otros corresponden a su afluente cárstico y allí los trataremos y por último, aparecen los grandes remansos pero en un estadio incipiente con lo que los describiremos en nuestra siguiente parada. (Imágen propiedad de ICC)
Acabo de hacer un pequeño esbozo de como trataremos la llegada del río Llierca: Antes, durante y después… Toda una metáfora llena de misterio como veremos.
Antes de recibir al Llierca
Tramo que usaremos como estereotipo o ejemplo de lo que un día fue el tramo medio del Fluviá. La presión humana ha causado un gran impacto en lo que nos queda de trayecto y me parece este un buen lugar para mostrar la esencia de esta parte del río.
Venimos de Castellfollit de la Roca y el paisaje no presenta aún variaciones destacables. Algunos arroyos han hecho sus aportes y el cauce se ensancha pero mantiene una corriente importante.
Se mantienen los taludes que muestran la variabilidad de caudal que depende de las estaciones y crecidas puntuales. Un bosque de galería majestuoso sombrea el agua.
Pocas variaciones, salvo que el mayor flujo parece mantener un poco más a raya a las algas filamentosas. Podemos apreciar cantos limpios que han sido recientemente arrastrados y la acumulación de restos vegetales sigue presente. Seguimos en el mes de mayo y aparecen pequeños alevines por todas partes. Aquí predominan todavía los barbos de montaña y las bagras así como algunas carpas comunes y un grupito despistado de foxinos. Todos salvo la carpa autóctonos, todavía…
Destacaremos la presencia de roca volcánica en mayor proporción que los cantos calizos. Esto va a cambiar en breve…
Aparece el Llierca (Confluencia)
Y lo hace de un modo curioso! Ya lo trataremos más de cerca pero hasta en su misma confluencia en el Fluviá, el Llierca se obstina en marcar las distancias. Hemos comentado que en estos momentos una fuerte sequía se cierne sobre la zona y nos va a servir para comprender un poco mejor la naturaleza cárstica dominante en toda la cuenca. Uno se espera la feliz llegada de un río a otro de mayor calado y no va a ser así. Unos estratos oblicuos aparecen como muro de contención natural paralelos al cauce principal prolongando una llegada que no se deja ver…
Porque además, se produce mayoritariamente bajo tierra, una característica de los sistemas cársticos que nos “agua la fiesta” y muestra el triste aspecto de la imagen de la izquierda.
Llegados a este punto, es obligado comentar que las mediciones del caudal transportado por el Llierca y el aumento que supone su aporte al Fluviá presentan una anomalía: Parte del agua desaparece!
Cuando llegue el momento, resolveremos este misterio que ha traído de cabeza a los geólogos durante un siglo…
Pues sí, la cuenca del Llierca abarca una gran superficie de terreno ya asentado en el Pirineo (Alta Garrotxa) pero sometido a una pluviosidad muy irregular que hace que durante las estaciones lluviosas llegue a transportar y aportar más agua que el propio Fluviá… Pero no transporta tan solo agua sino gran cantidad de roca calcárea:
A partir de este punto, los cantos calcáreos dominarán los escenarios relegando a las rocas volcánicas a un segundo plano. En la imagen derecha, podemos ver la variada geología de esta zona de coincidencia.
Las balsas eutróficas
De nuevo aparecen los cantos rodados calcáreos, las pozas aparentemente aisladas pero de mayor tamaño, las algas en abundancia, tanto macroscópicas como unicelulares (Fitoplancton) y la concentración de fauna que debe soportar temporalmente unas condiciones extremas…
En definitiva, una muestra de eutrofización temporal que pone a prueba a todo bicho viviente a base de pequeños y grandes estanques salpicando un enorme lecho.
Para rematar la escena, una imagen subacuática que muestra la dura prueba a la que se ven sometidos los barbos de montaña obligados a compartir un charco con la mínima renovación de agua (Subterránea), a altísimas temperaturas y con vecinos poco aconsejables a partir de ahora omnipresentes: El cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii)
Después del Llierca…
Dada la sequía, pocas diferencias a destacar salvo el ya comentado predominio de materiales calcáreos, un ligerísimo aumento de temperatura (Casi imperceptible) del agua y puntualmente alguna pequeña subida de pH y dureza provocada por los aportes irregulares del afluente.
De haber llovido torrencialmente en la cabecera del Llierca (Tormentas propias de primavera, verano y otoño) el cambio habría sido drástico pues duplicaríamos temporalmente el caudal, la visibilidad sería muy escasa o nula y el lecho se sanearía notablemente. Hoy no ha sido el caso pero ahora veremos los excelentes “trabajos de limpieza” fruto de las tormentas de la semana pasada.
Estamos tan solo a un par de kilómetros más abajo. El agua transcurre plácidamente por la ribera y con energía en el centro del cauce. Al menos la suficiente como para que cueste tanto mantenerse en pie como sostener la cámara bajo el agua.
Los primeros «plantados»
Aparecen al fin las macrófitas (Plantas) acuáticas y lo hacen mostrando ya sus preferencias en cuanto a caudal y necesidades lumínicas. En este caso y como muestra, dos especies del género Potamogeton en un mismo punto del río ocupando nichos diferentes.
Aunque se me haga imposible identificarlas correctamente, tenemos en el centro del lecho y sometida a una fuerte corriente a la que podría ser P. pectinatus (?), muy abundante en los canales de la zona.
Y en la ribera norte (Asoleada) y mismo punto, la que podría ser P. nodosus (?). Puntualmente y de forma aislada ya la encontré en el tramo alto y bajo sus frondes aparece un biotopo interesante y abarrotado de vida gracias a sus capacidad para retener restos vegetales arrastrados en superficie que se descomponen alimentando a gran cantidad de infusorios, invertebrados y naturalmente alevines. En la imagen y en blanco, flores de chopo.
Debajo aunque desenfocada, llegamos a apreciar su utilidad como refugio. Otra escena característica en nuestros acuarios.
La ribera del tramo medio, de nuevo los juncales…
Mostraremos de nuevo un biotopo local ya recurrente y que nos acompañará durante el resto del trayecto por lo que no entraremos en detalles. Tan solo destacaremos el lado positivo de las crecidas. En este caso, una fuerte tormenta de primavera sacudió el lecho una semana antes de tomar estas fotografías.
Como resultado (No todo es negativo), podemos ver por fin un lecho saneado que se muestra de un modo muy familiar (Para un acuarista) al desaparecer en superficie tanto las algas filamentosas como el biofilm y los limos.
Dos imágenes más de la misma zona. Una de escasa profundidad y sin pendientes apreciables y la otra mostrando ya la inclinación del talud de ribera, muy difícil de mantener en acuario.
Ya hemos presentado al cangrejo rojo americano. Tras mentar a la carpa común (Cyprinus carpio), es el segundo “espontáneo” venido de otras aguas que aquí aparece y probablemente el más dañino. Ha desplazado a las especies autóctonas no solo por su tamaño y agresividad sino por ser portador de un patógeno al que es inmune pero que ha diezmado a nuestros cangrejos locales. Desgraciadamente en materia de especies invasoras, esto solo es el principio como iremos viendo…
No nos cansaremos de repetir lo importante que es no liberar absolutamente nada vivo al medio, aunque este caso no se atribuya al acuarismo.
Inventarios
(Represa de Sant Jaume de Llierca)
Bosque de galería:
–Alnus glutinosa
–Fraxinus angustifolia
–Populus alba
–Salix atrocinerea
–Ulmus minor
Macrófitas emergidas:
–Iris pseudacorus
–Nasturtium officinale
–Phragmites australis
–Typha latifolia
Macrófitas acuáticas:
–Potamogeton sp. (P. pectinatus?)
–Potamogeton sp. (P. nodosus?)
Fauna:
–Barbus meridionalis
–Cyprinus carpio (Introducido)
–Onchorynchus mykiss (Introducido)
–Squalius laietanus
–Phoxinus sp.
Y hablando de crustáceos, remataremos el tema con un pequeño anticipo de nuestra siguiente etapa:
Se trata de una pequeña represa cargada de sorpresas (A muchos acuariófilos chalados estos descubrimientos nos alegran una mañana) pero ya describiremos este biotopo en el siguiente tema…
Situación
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