Pogona en cuarentena

Terrario de cuarentena

cuarentena terrario

Terrario de cuarentena

 

Que es?

Un terrario de cuarentena es una instalación provisional en la que debemos mantener a un animal recién llegado a la espera de verificar su estado de salud antes de ser instalado con otros.

Esta medida es necesaria de cara a prevenir la introducción accidental de ectoparásitos, endoparásitos y enfermedades bacterianas, víricas o fúngicas (Hongos) que podrían extenderse por el resto de la instalación.

 

Cómo debe ser?

Ha de ser una instalación muy sobria y funcional, fácil de limpiar pero completa. Ha de permitir un absoluto control de parámetros y de ser posible deberá montarse en una sala o habitación separada. Estamos hablando por tanto de un terrario completo. Además dispondrá de todos los elementos auxiliares de limpieza para uso exclusivo así como comederos, bebederos, pinzas de ser necesarias, Etc…

El tamaño y proporciones deben ser acordes al ejemplar. Es habitual pensar que al tratarse de algo transitorio podemos infradimensionarlo lo que resulta contraproducente (Estrés en el peor momento, más abajo tratamos el estrés).

 

Terrario de cuarentena

La decoración

Terrario de cuarentenaLa decoración pasará a segundo plano incluido el sustrato y tan solo recurriremos a aquellos elementos imprescindibles por cuestiones etológicas (De comportamiento) . Si se trata de una especie arborícola, perchas. Terrestre y nocturna, escondite.

No hablamos de perchas como lianas naturales peludas o escondites de corcho llenos de rugosidades. En estos casos una liana podría muy bien ser un cabo trenzado de fibra sintética (Poliamida, polipropileno de uso náutico y hervido previamente, instalado lejos de las fuentes de calor) y como cueva un recipiente plástico opaco: Fáciles de limpiar, desinfectar e incluso de hervir, de ser necesario.

Arriba: Una decoración elaborada llena de rugosidades e intersticios resulta muy difícil de limpiar y desinfectar.

 

El sustrato

Pellets corteza pinoEl sustrato debe cambiarse con mucha frecuencia. Debe tener la granulometría adecuada para evitar problemas con su ingesta accidental o deliberada. Sin lugar a dudas, la tierra, fibra de coco, pellets de madera, Etc… son materiales llenos de intersticios entre los que pueden alojarse toda suerte de patógenos.

Imagen: La corteza de pino sin cribar puede producir obstrucciones intestinales.

Por este motivo en un terrario de cuarentena conviene recurrir principalmente al papel ya sea de celulosa (De cocina) o de periódico que podemos rasgar en tiras para aquellas especies que gusten de ocultarse y si resulta necesario que el animal se entierre (Comportamiento inherente a su especie) el corazón de mazorca de maíz triturado ha resultado ser un buen material aunque no admita humedad (Animales de biotopos áridos) y acostumbra a transitar sin demasiados problemas por el tracto digestivo.

El césped artificial o sintético queda descartado por ser abrasivo, imposible de limpiar y en muchos casos desprender gases fruto de las calefacciones.

La viruta de madera puede ocasionar obstrucciones intestinales y el serrín es totalmente inadecuado en saurios. En ofidios la viruta es una opción.

 

Cómo debemos manipularlo?

Al animal en absoluto salvo necesidad. De cara al terrario hemos de seguir siempre una rutina de profilaxis. No podemos cambiar el agua o introducir alimentos simultáneamente al resto de terrarios.  Ni siquiera recolocar algo tras haber manipulado otra instalación. Si hay que preparar alimentos o cambiar aguas, antes nos desinfectaremos las manos.

Por lo tanto, retiramos los excrementos de nuestros antiguos inquilinos, hacemos su ensalada y les cambiamos el agua. Nos desinfectamos las manos, cuchillos, ralladores… y ya podemos ponernos con el de cuarentena para después volver a desinfectarlo todo. Esto es importantísimo.

 

El nuevo antes o después, es recíproco?

Terrario cuarentenaDesde luego, también ocurre a la inversa. Un animal que acaba de llegar acostumbra a presentar un sistema inmunológico deprimido aunque tan solo sea puntualmente debido al estrés del transporte. Podemos tener a nuestros residentes habituales en perfecto estado de salud desde hace años aún siendo portadores de patógenos que no les afectan precisamente por eso, porque están sanos y fuertes.

Ahorrarte una desinfección a base de manipular primero los residentes y luego al recién llegado es un tremendo error pues puede ocurrir que padezca enfermedades que no traía consigo y que incluso nunca presentaron los antiguos aún siendo portadores. He podido verlo en mis antiguas instalaciones.

 

La importancia de la rutina

Aplicar una rutina de horarios desde el principio ayuda considerablemente a la adaptación. El animal adquiere reflejos condicionados que pueden estimularlo a comer, salir del escondite e incluso en algunos casos defecar. Si estas respuestas resultan coincidentes con su horario natural todo será más sencillo y lo opuesto a «domesticar» o «entrenar», no nos confundamos de concepto.

-Puede ser necesario mantenerlo a oscuras las primeras horas.

-Desde el primer día deberemos ya establecer un ciclo circadiano adecuado (Horas de día-noche) con temperaturas y humedad acordes.

-No deberá ver a los demás inquilinos desde su terrario ni sentirse observado y esto incluye perros, gatos y a nosotros, especialmente los niños pues acostumbran a tocar los cristales (Inevitable).

Es muy aconsejable tapar con un paño opaco el terrario los primeros días sin obstaculizar una correcta ventilación ni que afecte a la iluminación del animal y por supuesto no debemos interactuar con él salvo que sea imprescindible (Exploración).

-Procuraremos alimentar a la misma hora u horas. Es bueno adecuar las rutinas a las del resto de animales con los que compartirá hábitat pues su próxima mudanza definitiva será menos traumática.

 

La entrada a su domicilio definitivo compartido

Como todo lo descrito, esto dependerá de la especie que tratemos, pero ahora además tendrán importancia su edad y sexo. El comportamiento intraespecífico a menudo impone una jerarquía que con frecuencia se asocia a un territorio. Esto puede ser estacional o a lo largo de todo el año.

Es por ello que del mismo modo que puede ocurrir con algunos peces de acuario (Cíclidos, Etc…) es aconsejable aprovechar la llegada de un nuevo integrante en la colonia para redistribuir la decoración del terrario creando diversos territorios marcados por elementos fijos como perchas o terrazas a diversa altura y de ser necesario, zonas de insolación, refugios o baño.

Si tras remodelar el escenario introducimos todos los ejemplares a la vez incluido el nuevo, observaremos exhibiciones, amagos de ataque e incluso agresiones puntuales que determinarán la jerarquía. Con todo, será más fácil para el nuevo que se beneficiará del desequilibrio.

 

Un ejemplo práctico de emergencia

Poco antes de redactar este artículo me vi en la necesidad de montar a toda prisa un terrario provisional de cuarentena partiendo de cuatro cosas que tenía por casa. No es este el modo de proceder pero se trataba de un animal abandonado o escapado que me trajeron a casa. Supe de su llegada pocas horas antes. Tampoco es este un ejemplo de planificación, obviamente. Pero resultó ser funcional y el Pogona vitticeps se recuperó rápidamente de un estado cuando menos delicado. Hago copia aquí de un fragmento de otro artículo:

 

-«…dada la precipitación, hay que montar una instalación rápidamente que además deberá ser austera y estéril pero completa. Afortunadamente todavía conservo algo de material y entre muchos otros trastos un pequeño terrario vertical (Nada práctico en este caso) de unos tristes 80l.:

Pogona en cuarentena
© Zootecnia Doméstica. CCBYSA4.0

 

Tengo que reconocer que me incomodó instalar a la pobre bestia en un entorno tan ajeno y fui consciente de que el estrés que puede padecer ralentizaría su adaptación pero en este caso además, no había opción. (Con todo, los veterinarios tienen clara la necesidad de una instalación sobria y estéril).

Sobre un sustrato de papel de periódico, una esterilla calefactora de 16W que no cabía y que tuve que curvar a modo de «cueva». Resultó ser un buen sistema pues igual se calentaba sin peligro el vientre mientras se insolaba, que dormía debajo con el calor en la espalda (Comprobar siempre la temperatura al tacto con la parte superior de la mano). A veces se queda frito sobre la esterilla, supongo que del mismo modo que me despierto yo de madrugada en el sofá…

Terrario cuarentena
© Zootecnia Doméstica. CCBYSA4.0

 

Pogona lámpara emergencia
© Zootecnia Doméstica. CCBYSA4.0

Está delgado y decido activarlo. Una lámpara halógena dicroica de 35W a la que he retirado la lente frontal (De poco sirve pues la insuficiente radiación UVb que emiten apenas durará unas semanas) y que le calienta desde arriba y un buen aislamiento de poliestireno en todo el terrario durante la noche, tan solo dos caras traseras durante el día (Este animal tuvo que pasar frío de llevar tiempo en libertad).

Con todo, alcanzamos los 32ºC de máxima y unos 19ºC de mínima. Expongo el terrario directamente al sol tres horas diarias. Tampoco aporta UVb porque ha de atravesar vidrio pero la intensidad de la luz le hace activarse, rondar y comer (Vigilar siempre las temperaturas máximas).

En este caso instalo un termómetro doble digital con sonda (De esos que se utilizan para el coche, etc…) que ya tenía comprobado y funcionando desde hace años. Esto es imprescindible.

No es una instalación modélica… Pero salvo localizar una lámpara dicroica y su balastro, estuvo en pleno funcionamiento en dos horas. De eso se trataba y lo más importante, totalmente funcional y con sus valores de temperatura correctos.

 

Renunció a los vegetales hasta que al tercer día conseguí una buena cantidad de grillos. Al día siguiente ya probó algo de manzana. Hoy, dos semanas después, come abundantemente. Sus movimientos y reflejos son rápidos, capturando grillos con precisión. Ha engordado visiblemente, puede ser debido a la hidratación que le proporciona la fruta y verdura.

 

Imagen inferior: Conjunto de balasto, zócalos y lámparas dicroicas compradas en una tienda multiprecio. Buenas para calentar pero poca radiación UV que además tendrá una vida muy breve.

Lamparas halógenas dicroicas y balasto

Nota: Tras la aparición de la luz LED, hoy ya resulta difícil encontrar lámparas y focos de incandescencia así como halógenos dicroicos. Jamás lo hubiera dicho…

Otra nota: En estas fotos aparece una cerradura de vitrina sin fijar. Simplemente estaba manipulando el terrario. No valga como ejemplo: Los escapes están poniéndonos en contra a la opinión pública y alimentando a la mal llamada prensa.»-

 

Parece que prospera

Actualizo a 25/03/2020. No tengo báscula para pesarlo pero ha crecido 2Cm en 38 días. Se le acabó la cuarentena, sobretodo por cuestiones de espacio.

Terrario cuarentena

 

Motivo por el que he tenido que construir urgentemente otro terrario, este ya de madera, con todo aquello que encontré por casa y sin coste alguno a la espera de que esta crisis sanitaria nos permita proseguir con su residencia definitiva: Terrario de madera reciclado >

 

Enlace al tema en que aparece este fragmento:

TTerrario exterior policarbonatoTerrario exterior para Pogona vitticeps

Un proyecto en curso que abarca casi todo lo referente al mundo del terrario. En un solo artículo trataremos desde los terrarios de cuarentena hasta el montaje de un invernadero para reptiles. Técnicas de carpintería, policarbonato alveolar, mallas, perfilería aluminio, electricidad, electrónica, automatización, aislamientos…

Ir a Terrario exterior para Pogona vitticeps >

 

Higiene a pesar del estrés? Delicado equilibrio…

Aquí me tengo que extender. El principal problema que presenta un recién llegado es el estrés junto con la deshidratación y ya después la hipotermia. El hambre normalmente es secundario. Escribir sobre estas cosas resulta especialmente difícil al tratarse de animales de muy diversos hábitats, climas y necesidades.

En anfibios la rehidratación se suele solucionar fácilmente a base de pulverizar o incluso introducirlos en un recipiente con agua que no les cubra. En reptiles podemos obrar del mismo modo o recurrir a jeringuillas para darles agua (Traumático), pulverizar para que la laman o simplemente esperar a que beban en un bebedero, según la especie.

La hipotermia no plantea demasiadas dudas: Subir gradualmente, nunca de golpe, la temperatura hasta alcanzar los valores medios propios de la especie. Nos queda el estrés y su grado.

Agama agama, requiere tanto calor radiante superior como inferior.
© ACG. Zootecnia doméstica. Der. Res.

Hay especies adaptadas a medios en los que el no ser visto es su única medida defensiva. Otras por el contrario se encuentran en lo alto de la cadena alimentaria y no saben lo que es el miedo. Para colmo, acaban de viajar en una bolsa de tela, caja de madera, cartón o plástico en condiciones que a menudo desconocemos. En general todo anfibio o reptil recién llegado ha padecido de estrés salvo estar hibernando o brumando (Raro).

Imagen izquierda: Agama agama. Si se hubiera puesto el mismo empeño por reproducir a este animal durante generaciones como a su primo el pogona hoy ya no lo consideraríamos como una especie delicada susceptible de padecer estrés.

Un factor decisivo es si procede de cría en cautividad o capturado en su medio. Un animal nacido en cautiverio (En inglés CB, «Captive breed») puede estar acostumbrado a la manipulación y con frecuencia realizará un caro viaje sin escalas del criador al comercio o cliente final. Estará desparasitado en origen, ayunado previamente al traslado y en buena forma.

Por el contrario un animal capturado, generalmente habrá pasado por varias manos sin haber conocido antes manipulación alguna, sometido a un viaje por escalas en ocasiones de cierta duración y sin desparasitar ni externa ni internamente. La falta de agua y alimento habrán hecho mella en su sistema inmunológico y de tenerlos, los parásitos se encontrarán en plena expansión.

Es obvio que en función de cada caso esto puede implicar aplicar protocolos de desparasitación que no trataremos aquí pues son cosa de veterinarios e importadores y no debieran concernir a un cliente final. Pues bien, supongamos que se han tomado todas las medidas al respecto y recibimos a nuestro inquilino. Qué nos puede quedar en el tintero? El estrés.

Un animal estresado presenta una conducta anómala. Desde la inactividad absoluta hasta un nervioso instinto de fuga que puede provocar autolesiones, inapetencia o agresividad. Los anfibios y reptiles han sido modelados por su entorno de una manera más drástica que los mamíferos o las aves por ejemplo y esto está relacionado con la movilidad o en su caso, limitada movilidad.

Una evolución íntimamente relacionada con un medio muy concreto que se materializa en biotopos muy específicos. Esto deriva en una importante dependencia del hábitat del que proceden. Todo suma y a menudo converge en un problema de adaptación a su nueva casa. Me viene a la cabeza un ejemplo terriblemente gráfico y extremo: Los camaleones.

 

Chamaeleo calyptratus, macho
© Geoff. CCBYSA3.0

Tenemos varias especies de camaleones enanos del género Brookesia que viven entre la hojarasca de las selvas malgaches como lo haría una cochinilla. Varios metros más arriba, en lo alto de los árboles, sin cambiar de subcontinente y en selvas similares tenemos a los Calumna parsonii de gran tamaño que cazan pequeñas aves con su lengua y si nos desplazamos al oeste de África encontraremos a un camaleón que no sabe lo que es un árbol, atraviesa dunas y sobrevive de escarabajos en un desierto inclemente que suele ponerse como ejemplo de hábitat extremo (Chamaeleo namaquensis, Namib).

Y al otro lado tenemos por ejemplo al Chamaeleo calyptratus (Camaleón del Yemen, imagen derecha) que lleva muchas generaciones reproduciéndose en cautividad, hecho que ha dado lugar a linajes robustos y adaptables por mera selección artificial.

 

Todo lo dicho aquí arriba nos induce a afirmar que la mejor manera de combatir el estrés de un recién llegado es ofrecerle un hábitat conocido lo más riguroso posible. Bien pues, cómo casa esto con un acuario de cuarentena? Hemos llegado al delicado equilibrio.

Hemos de conocer de antemano si nuestro nuevo residente procede de cautiverio o ha sido recolectado. Hemos de documentarnos sobre sus requerimientos, el historial de la especie en materia de adaptación y si lo vemos viable, comprarlo.

Esto nos debe quedar claro, si traemos una especie salvaje y de requerimientos complejos en cuanto a biotopo, su terrario de cuarentena será un infierno pues habrá que montarlo y renovarlo repetidas veces hasta que se desenvuelva con cierta normalidad y no será cosa de un día pues el proceso de desmontar y montar un terrario tan solo para mantenerlo limpio ya obrará en contra. En estos casos se recurre a grandes instalaciones en las que a menudo deberemos asumir bajas, sino epidemias.

Acabo de exponer lo más complejo. Si lo que recibimos es un camaleón del Yemen, pogona, gecko leopardo, una variedad de cría de pitón real, o una culebra del maizal nacidos en cautividad obviamente todo se torna mucho más simple y la cuarentena no acostumbrará a ser mas que un trámite.

Para la gran mayoría de especies, sobretodo nacidas en cautividad, ofrecer un hábitat estéril es la mejor manera de hacer una cuarentena. Descartar animales capturados en su medio por legales que sean es el mejor principio.

 

Textos e infografías: RCG. Zootecnia doméstica. Der. Res.
Fotografías: Diversos autores, diversas licencias.
Fotografías RCG: CCBYSA4.0