Vamos de excursión: El agua
NOS VAMOS DE EXCURSIÓN!
Nacimiento de un río
Centrémonos un poco. Nos encontramos a dos mil quinientos metros de altura en un paraje idílico en pleno Pirineo. Es verano y como casi cada día estalla una tormenta a media tarde. La precipitación es intensa y el agua se escurre por todas partes. El terreno está formado por pizarras y granitos indisolubles y ésta se encuentra en estado puro canalizándose ladera abajo. Bien, en estos momentos tenemos un agua en estado casi puro con un contenido en sales nulo y una proporción de iones libres equilibrada. Vaya, esto se complica…
Llamamos dureza total a la cantidad de sales minerales en disolución que contiene el agua. Hay varias unidades de medida y ahora están de moda los grados alemanes (dGH). Aquí arriba la dureza total es nula, por lo tanto dGH:0
Por otro lado esta agua da una reacción neutra, es decir, la presencia de iones libres está equilibrada. Ahora estamos hablando de un concepto diferente: el pH. Este es un concepto complejo que para ser debidamente entendido requiere estudiar bastante química y no es mi caso. El pH es importantísimo en el acuario porque interviene, o mejor dicho, determina todas las reacciones químicas que allí se dan. La escala del pH se mide en grados y va del 0 al 14 siendo el cero ácido, el siete neutro y el catorce alcalino. El agua de lluvia es neutra, por tanto su pH ronda el 6.5-7. Como la pizarra es muy poco soluble, la escorrentía mantiene todavía las condiciones fisioquímicas de la lluvia.
Agua pura de alta montaña: Neutra y muy blanda. Conviene familiarizarse con estos símbolos (Parámetros) y sus escalas.
Para hacerse una idea más completa, tratamos de cerca este biotopo y el porqué de esta naturaleza de agua aquí (Pero vuelve!):
Tramo alto
Aquí arriba hace frío y nos estamos mojando, será mejor ir bajando siguiendo el curso del agua. Por fín algo de verde, estamos chapoteando en un prado inundado en el que se mezclan los musgos, líquenes y hierbas de poca altura. Es curioso pero el agua, antes cristalina, esta tomando un tono ámbar. Analizamos y vemos cambios. El pH ahora es de 6 aunque la dureza sigue siendo inapreciable.¿Qué ha pasado? Pues que los ácidos (Principalmente tánicos y húmicos) que han teñido el agua procedentes del suelo turboso la han acidificado. Es importante saber porqué el Rio Negro de la cuenca amazónica se llama así. La mayoría de sistemas fluviales que atraviesan bosques tropicales tienen una dureza mínima y un pH ligeramente ácido. Y de allí proceden la mayoría de peces tropicales de acuario.
Turbera asturiana, observa el color del agua cargada de ácidos procedentes del sustrato. Izq.: Musgos de esfagno, responsables de la formación de turberas y origen de la acidificación del agua. Es un material que conoceremos bien tanto en acuariofilia (Turbas tropicales) como en el mundo de los terrarios (Estas mismas de esfagno).
Agua ligeramente ácida y muy blanda de turbera
Escorrentía superficial tras una tormenta en una ladera de montaña de altura media que desembocará con otros cientos de diminutos cursos en el tramo alto de un río.
Aunque estos pequeños arroyos discurren muy deprisa y sólo cuando llueve, ya están asimilando minerales y ácidos procedentes del suelo, piedras y restos vegetales.
En general, en los ríos de las zonas templadas del planeta, cuanto más alto es el curso, más irregular es su caudal y por tanto las aportaciones fisioquímicas pueden ser más variables en función del tiempo de que disponga el agua para disolver y asimilar elementos.
Podemos observar la sucesión de estratos en el sustrato de esta pradera. Bajo los musgos y de color marrón, la turba ya está cediendo ácidos al agua y modificando sus condiciones fisioquímicas…
LAGOS, PANTANOS DE TRAMO MEDIO
Por fin llegamos al refugio junto al pantano y ya que estamos analizaremos su agua. Ahora resulta que la dureza es de 5 dGH y el Ph vuelve a ser neutro (7). El pantano es un sistema semicerrado en el que el agua permanece bastante tiempo antes de ser liberada (Como en un acuario). La exposición directa al sol produce la evaporación del agua. El vapor de agua contiene tan sólo agua pura y ¿Qué pasa con todo aquello que contenía en disolución? Simplemente se queda y acumula en el pantano. En nuestro acuario ocurre exactamente lo mismo. Desgraciadamente, la tendencia a la acumulación de sales y otros elementos y compuestos en él es inevitable. Esta es la razón que hace necesarios los cambios de agua.
Agua neutra y blanda de un pantano súbitamente crecido tras una tormenta.
Tramo medio del río
Cogemos el coche y tomamos el camino de regreso a casa por una carretera paralela al río. Llevamos recorridos unos cincuenta kilómetros y el paisaje cambia radicalmente. Donde antes abundaba una vegetación exuberante de bosques de coníferas ahora observamos una llanura calcárea (De rocas calizas) cubierta de matorrales bajos. Es hora de comer algo y nos acercamos de nuevo al río buscando un lugar fresco. Lo primero que llama la atención son las formas sinuosas del cauce.
El río aquí ya presenta un caudal considerable y parece cortar la roca caprichosamente formando barrancos, balsas y grutas en las paredes. Son los efectos de la erosión química. Este desgaste no se debe únicamente al roce de materiales transportados por el agua contra la roca sino a la capacidad que tiene esta de disolver la roca caliza.
Bocata y análisis. Se observa un cambio radical. El pH es de 8 y el dGH de 35. Está claro que la presencia de carbonatos en el agua es considerable, mortal para los peces amazónicos y dura hasta para los cíclidos de los grandes lagos africanos. ¡Y todo esto en un radio de veinticinco kilómetros!
Qué ha pasado? Los carbonatos en disolución han alcalinizado el agua. Ejercen lo que se llama efecto tampón o “búffer”. Este será otro parámetro habitual: La dureza de carbonatos que se mide en unidades dKH. Los carbonatos son mayoritariamente de calcio y magnesio.
Agua de un curso medio en zona calcárea (Ligeramente alcalina y muy dura).
Para hacerse una idea más completa, tratamos de cerca este biotopo y el porqué de esta naturaleza de agua aquí (Pero vuelve!):
Tramo bajo del río
Decidimos recorrer el río hasta la desembocadura. Al cabo de una hora se extiende ante nosotros un impresionante llano. Es una zona muy fértil y los campos de cultivo extensivo son inmensos. Todo un mar verde se extiende hasta donde llega la vista. El calor es sofocante y la humedad parece alimentar a los mosquitos. El curso bajo del río se vuelve sinuoso. Aquí su anchura es considerable y el agua discurre con lentitud ante la falta de pendiente.
Aparcamos debajo de un sauce y observamos que el color del agua se ha tornado verdoso. Un caldo de fitoplancton alimentado por los nutrientes transportados por el rio, los fertilizantes de los cultivos y el sol, mucho sol. Volvemos a analizar y obtenemos un resultado similar al del tramo de la llanura calcárea. Quizás el pH se haya acidificado ligeramente debido a la gran actividad biológica. Pero no nos dejemos engañar, tan sólo estamos estudiando dos parámetros. Este agua posee una composición muy diferente del tramo anterior. Sólo tendríamos que medir los compuestos nitrogenados para establecer importantes diferencias. Poco a poco. Ya tendremos tiempo de complicarnos la vida un poco más…
Agua del curso bajo de un río. Arriba: Marisma en estación seca.
Estuario, desembocadura, delta
Nuestro periplo fluvial imaginario nos conduce al estuario, biotopo riquísimo en especies y extremadamente variable. La desembocadura de un río es todo un maremagnum químico y biológico.
Cuando el río es muy caudaloso se obstruye con el aporte de sedimentos que él mismo ha ido arrastrando bifurcándose en múltiples brazos conformando lo que llamamos delta, un laberinto de lagunas y rieras con vegetación propia y en pleno movimiento influenciado por las mareas, temporales marinos y las avenidas del mismo río.
Aquí podemos volvernos locos haciendo análisis y obteniendo resultados diferentes en distancias muy cortas porque en esta zona se mezclan las aguas dulces continentales y el mar. A merced de esta caprichosa variabilidad se encuentran especies fluviales, marinas y los auténticos especialistas autóctonos: los organismos salobres. Es la patria de los pecílidos (Guppys, platys, mollys, mollinesias, xyphos, etc..), blénidos, tetraodones, potamotrigon (Rayas de agua dulce), morenas de agua dulce y un largo etcétera.
Costa, playa, arrecife y mar abierto
Por fin llegamos al mar. Aquí el cambio es radical. La biodiversidad se dispara amparada en los diferentes paisajes o biotopos marinos desde la playa al arrecife. La dureza siempre será alta y el pH alcalino (8,2 aprox.). Aparecen nuevos parámetros químicos como la densidad. Una estabilidad de temperatura superior a la de los ríos (Aunque laminada y dependiente de mareas, temporales, etc…).
Llegado este momento, es inevitable hablar ya de otro parámetro fisioquímico del agua: la densidad específica. Nosotros la llamaremos simplemente densidad. No te asustes, éste es un concepto bastante sencillo de comprender. Un litro de agua salada pesa más que un litro de agua dulce, del mismo modo que un litro de gravilla pesa más que uno de agua, dado que las sales son de naturaleza mineral no nos debe extrañar esta particularidad.
Una ventaja es que la densidad se mide con un instrumento asequible antiguamente llamado pesasales y hoy en día hidrómetro o densímetro. Como se da la circunstancia de que existe un instrumento de medida de la humedad relativa (Que ya veremos) llamado higrómetro, al pesasales lo llamaremos densímetro (Derecha). Dicho de un modo inapropiado pero comprensible, la densidad es la cantidad de sales en disolución que presenta una muestra de agua.
Hay varios tipos de densímetros y la temperatura es determinante a la hora de realizar la medida. Por descontado sólo tendremos en cuenta este parámetro en los acuarios marinos, de arrecife, salobres y ciertos cultivos como la artemia salina. Conviene decir que las sales que contiene el agua de mar mantienen una composición muy estable en todo el planeta aunque la densidad varía sensiblemente en función de si un mar es abierto (Indico) o cerrado (Mediterráneo). Ya trataremos este tema en el apartado “El acuario marino”
Cabe destacar que todas estas muestras son a título orientativo y variarán sustancialmente en función de la época del año, tormentas, sequías,etc…
NOTA: Este modelo de río que he descrito es ficticio. Seguro que existen muchos ejemplos en la cuenca mediterránea que se ciñen a esta descripción e incluso con analíticas semejantes pero nuestro caso ha sido concebido con carácter puramente divulgativo siendo lo suficientemente variado y complejo como para dar a conocer los diferentes hábitats y naturaleza química de las aguas. Me ha parecido una herramienta útil que vincula conceptos que, en su día y por separado, me costaron entender.
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Texto: RCG. Algunos Der. Res.
Imágenes: Fotografías RCG (CCBYSA3.0) excep. arrecife, de Dino Van Doorn (CCBYSA 3.0. Thanks!) Infografías RCG (Der.Res.)