Paso a paso: Cortar un vidrio

Paso a paso: Cortar un vidrio

 

Vamos a poner en práctica lo que hemos comentado anteriormente:

Hace mucho, mucho tiempo (Quizás demasiado…tenía unos catorce “tacos”, je, je…), me gastaba la asignación en pequeños encargos al cristalero del barrio. El hombre, con paciencia infinita y a menudo casi sin cobrar acabó explicándome cómo hacía para cortar el puñetero vidrio. El caso es que se me quitó de encima de la mejor de las maneras y todavía hoy (Que sigo sin ser cristalero…) tengo que estarle agradecido por mostrarme lo que para mí y entonces era todo un secreto.

Trabajar “cutremente” el vidrio en casa es realmente fácil si no tenemos que resolver curvas o ángulos y os lo quiero demostrar. Este apartado se lo dedico a los alérgicos al vidrio que sois muchos, demasiados y en muchos casos es porque no os habéis puesto nunca:

 

1- Ponemos una manta vieja o cartón sobre una buena mesa (Buena por firme). Un rotulador permanente o un lápiz de cristalero y un regle. Marcamos el futuro corte en el vidrio. En todo montaje, las medidas han de ser precisas al máximo pues corregir el exceso pasa por lijar durante horas y el defecto es irreparable.

 

2- Vamos a necesitar un regle (No lo hagáis como en la foto!). Una cámara vieja de bicicleta a la que le cortaremos dos trozos y colocaremos entre el regle y el vidrio para inmovilizarlo. Alineamos el regle. Antes de hacer el corte, cogemos un trozo de vidrio inservible y practicamos un poco con el cortavidrios o diamante (Artilugio que tengo en la mano). El vidrio es un material terriblemente duro y frágil y no se puede cortar (Bueno, ahora con los láser…). Lo que vamos a hacer es romperlo de forma controlada.

Crearemos una fisura visible rodeada de miles de microfisuras imperceptibles. Hay que mojar en aceite el cortavidrios (O echarle lubricante multiuso, no vamos a montar una escuela de artes y oficios…).

Lo colocamos sobre el principio del corte a un milímetro del borde. Apretamos firmemente y lo hacemos correr sobre la línea hasta casi, casi el final (Si llegamos al borde lo desportillaremos). El tacto y el oído nos dicen que estamos rompiendo algo! Eso es que todo va bien!

 

 

3- Ahora lo vamos a romper del todo. Ponemos bajo el vidrio una tabla o lo que sea pero plano y con el borde recto alineado con el corte. La suerte está echada: Gafas protectoras! Golpe hacia abajo y la cara a distancia prudencial (Podemos poner un trapo encima…).

 

Esta es la parte más delicada del proceso. Si no hemos rayado lo suficiente el corte podrá derivar. Si hemos dejado partes discontínuas, tendremos pequeños resaltes o falta de material y si no hemos llegado lo suficientemente cerca del borde, la esquina derivará hacia uno u otro lado.

 

4- Ya tenemos vidrio. Pero corta como un demonio. Vamos a “matar los cantos” (Lijarlo) con lija de agua de la mas fina y sin agua porque después lo aspiraremos todo:

 

Ya tenemos listón de vidrio a la medida justa que necesitamos y listo para ser siliconado. De una forma muy sencilla y casera pero eficaz.

 

Ir a Siliconar un vidrio>

 

Volver a Vidrio<

Zona comercial

Orientación al precio vigente de componentes y herramientas habituales en el trabajo del vidrio: