Sustrato retenido por un juncal

El Llierca

Llierca, panorámica

El Llierca

 

El Gomarell, tributario del LliercaUn río sorprendente! Es el ejemplo ideal de un cauce cárstico, de naturaleza impoluta y belleza indiscutible que le aporta una presión turística difícil de conjugar con su preservación, motivo por el que algunos accesos permanecen cerrados al tránsito rodado durante buena época del año.

El tiempo y la erosión química han tallado una brecha formando profundos barrancos en los que se alternan las pozas de un característico color turquesa como muestran las gargantas de Sant Aniol, excavadas por su afluente El Gomarell.

Paraíso de las aves que anidan en las mismas paredes verticales que también atraen a los escaladores, ha sido el hogar permanente de la nutria hasta hace unas décadas y se están aplicando planes de reintroducción desde hace unos años.

 

 

Con vuestro permiso, tan solo unas imágenes:

 

El Gomarell

 

Por si fuera poco, además es el origen de un misterio que ha traído de cráneo a los geólogos y que ya trataremos llegado el momento…

Aunque en altura discurra por bosques mixtos y hayedos bajo un clima atlántico lo que le asegura un caudal mínimo estable (Su nacimiento es idéntico al de la riera de Bianya), rápidamente al bajar de cota y transcurrir al este se torna mediterráneo apareciendo las retamas, romeros, pino mediterráneo y demás especies propias de este clima.

Recoge las aguas de una gran cuenca bajo un régimen de lluvias muy irregular que se caracteriza por fuertes tormentas que a menudo hacen ascender su nivel hasta varios metros en zonas angostas. Este ímpetu dificulta el asentamiento de la vida acuática sobretodo vegetal, pero como la naturaleza encuentra soluciones a casi todo, en estos recursos de emergencia vamos a centrar el único biotopo (Casi extremo) que trataremos aquí, pues los demás ya han ido apareciendo.

 

icono_BIOUn cambio contrastado respecto a biotopos anteriores provocado por su geología cárstica que tiene varias consecuencias añadidas que iremos tratando aparte claro está, de la naturaleza fisioquímica de sus aguas: Muy duras y alcalinas.

 

Llierca, cauce discontinuoEsta imagen es muy descriptiva y nos documenta otra característica de los cursos cársticos. Es un estanque? Sequía?

No, es el curso principal y así de modo interrumpido se muestra buena parte del año. Por mentira que parezca, existe una renovación de agua constante solo que el agua aparece y desaparece caprichosamente.

El motivo? Se trata de un curso parcialmente subterráneo (Ya hablaremos en “GEO”)

 

 

Esto conlleva un aumento de la tensión superficial y la acumulación a sotavento de una película de biofilm en superficie que junto con la disminución de oxígeno en disolución, aportan condiciones eutróficas.

Hemos comentado que las avenidas de agua son frecuentes y de gran violencia. Motivo por el que no sobrevive la vegetación subacuática más allá de las algas filamentosas que aquí son muy abundantes. Es en las pozas que coinciden con las zonas amplias del fondo del valle que dan cabida a un mayor cauce donde aparece nuestro biotopo escogido:

Remanso, Llierca

 

Remanso, LliercaCierto, biotopo recurrente pero con algunas novedades. En este caso como en anteriores, el ángulo cerrado de la curva pertenece a nuestro margen izquierdo (Izquierda de la foto superior) y da lugar a la acumulación de aluviones muy visible en forma de gravas calcáreas de diversa granulometría y bastante erosionadas formando una playa.

Sin embargo en el margen derecho, la zona de mayor impacto erosivo y bajo el agua, aparece la roca viva desnuda. Otra novedad que supone la aparición de un conocido biotopo en acuario… (Acuario «cantera»)

 

Ahora que nos hemos situado, centrémonos en el foco de atención:

Juncal, Llierca

 

Cómo no, de nuevo nos atrae el verde. Otro juncal, vale. Pero hasta ahora todos los que han aparecido era en forma de comunidades oportunistas que se beneficiaban de la ribera y en este caso, huelga decir que es el artífice de un biotopo cuya existencia resulta de todo menos cómoda. Es el soporte físico cuya flexibilidad es capaz de soportar las violentas avenidas y que además, retiene la materia orgánica transportada entre sus frondes creando a su vez el limo que da lugar al “sustrato nutritivo” que alimentará tanto a fauna como a flora. Llega el momento de sumergirse.

 

Juncal, LliercaHe aquí al responsable en su zona superior, la que recibe el impacto de las aguas y por tanto aún desnuda.

Tan solo apreciamos un lecho desnudo incapaz de retener la hojarasca.

 

 

Pero la unión hace la fuerza y en el otro extremo, ya a cobijo del torrente:

 

Sustrato retenido por un juncal

 

El cambio es evidente, otro microcosmos pese a una imagen borrosa a causa (En parte… Ehem.) de la multitud de partículas en suspensión.

 

Chara vulgaris, LliercaPodemos apreciar el sustrato en toda su plenitud que como siempre, sirve de soporte a colonias de invertebrados (Hidrácnidos, copépodos, Etc…) alimentando a una macroalga de agua dulce (Izquierda: Chara, Chara vulgaris) que a su vez da cobijo a Rana ridibunda complex, Alytes obstetricans, Bufo bufo, Hyla meridionalis, Natrix natrix, Natrix maura, larvas de libélula, ditiscos…

Y grandes moluscos que se ven beneficiados por la alta presencia de carbonatos en disolución (Radix auricularia). Solo echo a faltar una vez más a los bivalvos de agua dulce.

 

Barbus meridionalis, LliercaY los peces? Pues como casi siempre por estos lares, el barbo de montaña (Barbus meridionalis) es el rey y suele estar acompañado por el más tímido Leociscus laietanus (Bagra). Un rey muy desinhibido en esta zona pese a tener que soportar los embates del visón americano que parece ya controlarse gracias a la colocación de trampas.

A mi parecer, en los dos últimos años la proporción de barbos adultos respecto a juveniles ha aumentado significativamente (Esperemos que esto permita el asentamiento permanente de nuestra nutria).

 

Tan descarados son aquí los barbos que en verano me permito la licencia de que me hagan la pedicura (Son nuestros Garra rufa locales, perdón…)

Una última imagen de la ribera en la que apreciamos las raíces de un arbusto intentando abrirse camino inútilmente entre la roca viva y colonizando un medio acuático que le aporta tanto agua como nutrientes. Un bonito contraste de color:

Raíces de arbusto captando agua y nutrientes, Llierca

 

Bentos central, LliercaAntes de despedir a este duro biotopo quisiera centrarme en el lecho.

Formado de cantos rodados calizos y a causa de las fuertes corrientes, carece de vegetación acuática y grandes masas de algas filamentosas lo tapizan todo.

Es lógico si consideramos que están en clara ventaja respecto a las macrófitas y disponen de nutrientes en abundancia pues de nuevo, este es un medio eutrófico cuyos aportes de materia orgánica ya reducidos nutren el agua.

 

Fruto de esta eutrofia aparecen en grandes cantidades las algas unicelulares (Fitoplancton) que por un lado, me han fastidiado las fotografías subacuáticas (Mirad que llego a encontrar excusas…) pero por el otro y junto a la gran cantidad de carbonatos en disolución, confieren ese hermoso color turquesa a las aguas que aparece en las primeras imágenes. No sería la primera vez que un diminuto microorganismo en gran número es detectado mediante una fotografía por satélite…

Poza, Llierca

 

 

Cuando el río suena…

 

icono_BIOLa providencia me ha permitido documentar aunque con tres días de retraso por motivos laborales, los efectos de un episodio especialmente violento que pone de manifiesto lo descrito hasta ahora. Los que vivimos por esta zona conocemos bien los efectos de los temporales de componente este a los que aquí en catalán llamamos “llevantada”.

 

Llierca, cauce discontinuoFinales de noviembre de 2014. Una temperatura inusualmente alta durante todo el otoño mantiene al Mediterráneo más caliente de lo que debiera. Una borrasca al oeste de la península hace de freno a los vientos del sur procedentes de África que se ven obligados a atravesarnos de este a oeste. Vienen cargados de humedad y polvo sahariano y al llegar aquí (Prepirineo) se elevan y enfrían súbitamente tras chocar con el aire frío que domina el eje pirenaico. El resultado han sido unos 250l/m2 en dos días, unas riadas destacables y trágicas pues han costado la vida a una joven excursionista a tan solo escasos kilómetros río arriba de nuestro biotopo escogido.

Recupero la imagen superior derecha en la que hacía constar que la mayor parte del curso transcurre bajo tierra (Abril 2014)

Y lo hago para mostraros esta, tres días después de la crecida:

Efectos riada, Llierca

 

El asterisco indica el punto desde el que fue tomada la fotografía superior, hoy inaccesible de modo seguro. La flecha indica el punto más alto en el que quedaron enganchados los restos vegetales en el árbol. Pese al pandeo, debió rondar los tres o cuatro metros de columna…

Y nuestro biotopo? Pues literalmente arrasado… Así se mostraba:

Remanso, Llierca

 

Y así se muestra:

Efectos riada, Llierca

 

El juncal, marchito ya por la llegada del otoño, reducido a mínimos:

Efectos riada, Llierca

Efectos riada, Llierca

Un superviviente nato gracias a sus tremendos rizomas que lo han mantenido anclado y a su flexibilidad. No podemos decir lo mismo del resto de macrófitas tanto acuáticas como de ribera pues han sido literalmente arrancadas junto al sustrato, no nos debe extrañar pues árboles más altos han caído:

Efectos riada, Llierca

 

Efectos crecida, LiercaLo que antes era una playa de pendiente suave ahora es un cúmulo de arena que supera el metro de altura en la orilla y la pregunta obligada: Qué fue del sustrato nutritivo que sostenía nuestro pequeño biotopo?

 

Sencillamente ha desaparecido. Tan solo encontramos arena, nada de lodos o limos ni materia orgánica. Un pobre sustrato 100% mineral que no aportará nutriente alguno en bastante tiempo…

 

 

Para que os hagáis una idea, incluyo aquí una imagen de un subtramo próximo al Fluviá (Recibiendo al Llierca) a unos seis kilómetros de nuestro biotopo local, en la que podemos observar como la riada desbordó el impresionante cauce. El agua llegó a escasos metros de donde saqué la fotografía superando el puente…:

Efectos crecida, Llierca

 

Renacer entre el caos

 

icono_BIOUn paisaje surrealista domina el fondo subacuático. De una esterilidad extrema, han desaparecido hasta las algas filamentosas que todo lo cubrían incluyendo las piedras que ni siquiera conservan su lugar y por extraño que resulte, el poco verde que podemos apreciar son cepellones de plantas terrestres, ramas, troncos y hasta árboles enteros que han sido literalmente arrancados y transportados configurando una extraña escena:

Regeneración, Llierca

 

Es el germen que formará parte de la reconstrucción. En breve marchitarán y junto con las macollas y raíces se descompondrán liberando ese precioso sustrato que aún mantienen para dar así el primer paso al que se sumarán, hojas, ramas y troncos ya existentes y por llegar…

Y qué hay de lo vivo? Pues aunque la turbidez nos impida verlo, bajo las grandes rocas se esconden los barbos y bagras supervivientes. Algún que otro invertebrado entre los que se encuentran larvas de libélula, caracoles y demás organismos en poca cantidad. De hecho y tres días después por mentira que parezca, ya en superficie observamos síntomas que dan lugar a la esperanza:

Regeneración, Llierca

 

En primer plano, las yemas de un arbusto superviviente que empezará a florecer y producir hojas en primavera que sombrearán y alimentarán el biotopo. Y en superficie? Dos zapateros que al igual que los ditiscos, girinos, Etc… se la vieron venir y volaron al bosque a refugiarse.

Espero hacer un seguimiento de la zona para asistir de primera mano a la reconstrucción de nuestro pequeño biotopo. Tendrá que ser ya para la próxima primavera…

 

Lo prometido es deuda (Seis meses después)

 

No ha sido la primavera (Maldito trabajo) pues acaba de entrar el verano, pero he podido escaparme un rato y echar un vistazo a nuestro maltrecho rincón del río. Como era de suponer, se confirma la capacidad de recuperación que tiene la vida en nuestro río ante los desastres naturales.

Llierca, seis meses tras la riada

 

Llierca, recuperaciónLo primero a destacar, el juncal totalmente desarrollado y próximo a florecer.

La vegetación ribereña, aún más exuberante gracias a los aportes de nutrientes ya reducidos que provocó el desastre.

La ribera, una playa considerable de arcillas y guijarros se eleva todavía pero será cuestión de tiempo que sucesivas tormentas la suavicen e incorporen al cauce.

Y bajo el agua? Pues una turbidez importante que todavía durará unas cuantas tormentas más y que con todo, nos permite observar el tremendo desarrollo de la Chara vulgaris que de nuevo ofrece cobijo a multitud de fauna que a fecha de hoy no parece resentirse del desastre.

Por otro lado, el sustrato empieza a acumular materia orgánica y por tanto a enriquecerse lo que garantizará toda una temporada a la espera de la llegada de otra riada, claro…

 

Y aquellos árboles torturados? La mayoría descomponiéndose pero no todos… Otros simplemente han cambiado de aspecto y lanzan nuevas ramas desde sus troncos ahora rastreros:

Llierca, recuperación.

 

 

En definitiva, un río con mucho carácter y hasta peligroso cuya confluencia con el Fluviá ya tratamos en su momento y que nos ha servido para presentar la esencia de los paisajes cársticos a los que hacemos referencia reiteradamente en este trabajo. Pero, de qué va esto del “karst”?Tan solo unos apuntes que nos serán de utilidad más adelante:

 

icono_GEO-“La palabra «karst» proviene de Carso/Kras, región italo-eslovena de mesetas calcáreas de una configuración característica. Según la Real Academia Española se utiliza el adjetivo kárstico para referirse al relieve que nos atañe, aunque se acepta también la forma cárstico.»-

 

Karst, CazorlaUn karst se produce por disolución indirecta del carbonato cálcico de las rocas calizas debido a la acción de aguas ligeramente ácidas. El agua se acidifica cuando se enriquece en dióxido de carbono, por ejemplo cuando atraviesa un suelo, y reacciona con el carbonato, formando bicarbonato, que es soluble. Las aguas superficiales y subterráneas van disolviendo la roca, creando galerías y cuevas que, por hundimiento parcial, forman dolinas y por hundimiento total, cañones.”-

(Fuente: Wikipedia. Imagen: Lapiaz por erosión química. Sierra de Cazorla. RCG. CCBYSA3.0)

 

No entraremos al trapo en el tema salvo destacar varias cosas que nos atañen directamente. Estamos en un paisaje formado por rocas calizas. Es erosionado químicamente (Disuelto) por efecto de la acidez del agua. Esto le otorga a las rocas unas formas características apareciendo lapiaces (Imagen superior), cuevas y gargantas por las que discurren las aguas. Y a sus aguas unas condiciones fisioquímicas de pH alcalino, alta conductividad y por tanto, duras o muy duras.

La erosión continuada hace penetrar el agua por las grietas que sigue erosionando el interior de la roca formando simas y grandes oquedades subterráneas (Cuevas). Cuando una gran cueva próxima a la superficie se colapsa, se produce el desplome formando una dolina “D“. Toda esta agua es reconducida en pequeños cursos subterráneos que a menudo confluyen en una freática o acuífero que en ocasiones (Ya veremos que no siempre) mantiene un curso subterráneo “S” paralelo al cauce principal del valle “R“. Va gráfico:

Esquema perfil geológico de un carst

 

Este es el motivo por el que al principio de este largo artículo comentaba que el curso visible es tan solo una porción del que transcurre bajo tierra. Motivo por el que en condiciones normales, nuestro río aparece y desaparece.

A qué viene todo este rollo? Paciencia, más adelante nos desvelará un misterio que comienza aquí, en el Llierca 😉

 

peligro iconoLos trágicos acontecimientos de estos días me obligan a hacer algunas aseveraciones pues de algún modo, fomentando la observación de nuestros ecosistemas fluviales me siento corresponsable. Los ríos, arroyos y demás cauces merecen mucha prudencia, sobretodo si son cursos regulados por presas. Aunque la metereología local parezca decir lo contrario, a menudo en cuencas como esta descargan fuertes tormentas río arriba y no siempre con aparato eléctrico cuyos truenos avisen. Los riesgos de avenida están siempre presentes y en las zonas mediterráneas especialmente, pero pueden darse en cualquier otro lugar de la geografía: Precaución

Confluencia Llierca. ICC
© Imagen propiedad del ICC

Situación:

Nace en Sant Pau de Seguries.

Confluye en el tramo medio del Fluviá, Término municipal de Sant Jaume de Llierca.

Mapa situación (Estás en Af5)

Cartografía ICC

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